José Luis Camacho Acevedo.
Las violaciones que se cometieron, tanto por precandidatos como por partidos políticos, en la etapa de las precampañas, en cierta medida han sido producto que tenemos una legislación electoral que, en muchos casos, se pasa de rígida.
Ciertamente precandidatos y partidos han incurrido en faltas señaladas por el INE en su apartado respectivo.
Pero la realidad es que el país ha vivido soportando una campaña política desde el momento, hace ya prácticamente tres años, en que el presidente López Obrador empezó a hablar de que en México existía una “sucesión presidencial adelantada”.
Y las conferencias mañaneras en un sinnúmero de ocasiones se convirtieron en un templete político desde el cual, el jefe nato de Morena, o sea el presidente de la república, inició la etapa de polarización al construir una narrativa en la que denostaba a los neoliberales y a los conservadores que habían perdido sus privilegios con las medidas correctivas de la 4T. Unas medidas que, por cierto, solo se vieron en los casos en los que se sancionaban a los llamados adversarios del Ejecutivo, pero jamás fueron observadas para castigar a algún funcionario o familiar del presidente que hubiera incurrido en actos de corrupción o de tráfico de influencias.
Los todavía precandidatos a cargos de elección popular, por la misma inercia del momento político tan intenso que vivimos, seguramente realizarán acciones o declaraciones que pudieran considerarse como violatorios de las reglas de la llamada intercampaña.
Será inevitable que durante las semanas en que transcurra esa etapa, los aspirantes a cualquier cargo, directamente o a través de las redes sociales y la Inteligencia Artificial, traten de no ser olvidados por los electores nacionales.
La política es una ciencia en la que la promoción, ya sea de ideas o de condenas a los contrarios, es un elemento clave.
Todos temer caer en la sentencia que decía Zygmunt Bauman: “Todas las medidas emprendidas en nombre del “rescate de la economía” se convierten, como tocadas por una varita mágica, en medidas que sirven para enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres.”
¡Tómala!
EN TIEMPO REAL.
1.- El ex gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, anda otra vez muy preocupado por las órdenes de presentación que traen en su contra los “sheriffes” texanos. García Cabeza de Vaca, y los que fueron sus cómplices en el lavado de dinero, están verdaderamente instalados en el pánico.
2.- Un gran apoyo para la candidata de la Alianza fuerza y corazón por México al gobierno de Guanajuato, Libia García Muñoz Ledo, será la campaña que realce como candidata a diputadas federal por el distrito con cabecera en la capital del estado, la popular Cecilia Phols Covarrubias, quien, como regidora del ayuntamiento del municipio de Guanajuato, siempre trabajó en favor de los grupos vulnerables y las minorías de cualquier índole.
3.- Concurrido y lleno de sustancia fue el informe de gobierno del mandatario yucateco Mauricio Vila. Por ello Mauricio Vila, durante todo su sexenio, ha sido calificado como uno de los tres mejores gobernadores de la nación. Vila es un ejemplo de político eficaz y transparente.