La Organización Mundial de la Salud (OMS) entiende por estrés al “conjunto de reacciones fisiológicas que preparan al organismo para la acción”. Sin embargo, para los bebés y niños pequeños aprender a hacerle frente a las situaciones estresantes es un aspecto importante de su desarrollo saludable.
Existen diferentes tipos de estrés, de acuerdo con Educación Inicial de la Fundación Carlos Slim.
- Positivo. Sucede cuando el bebé crece en un ambiente en el cual se siente cuidado es capaz de enfrentar los desafíos diarios y regresar fácilmente a su estado de equilibrio, en estos casos experimenta estrés positivo.
- Estrés tolerable. Aparece cuando un menor vive situaciones más serias como la pérdida de un ser querido. Cuando es acompañado de un adulto afectuoso, puede ayudar al niño a adaptarse, así como a superarlo.
- Estrés tóxico. Ante casos de abuso, maltrato o negligencia crónica, se habla de este tipo de estrés, ya que la respuesta física de alerta permanece activa y se afectan las conexiones del cerebro en desarrollo de los niños, lo cual puede producir daños en su salud física y mental.
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Cuando es tóxico, las consecuencias pueden ser de por vida
Cuando la respuesta al estrés tóxico ocurre continuamente, o es provocada por múltiples fuentes, puede tener un costo acumulativo en la salud física y mental de un individuo, de por vida, asegura la Universidad de Harvard.
“Cuantas más experiencias adversas en la infancia, mayor será la probabilidad de retrasos en el desarrollo y problemas de salud posteriores, como enfermedades cardíacas, diabetes, abuso de sustancias y depresión”.
Universidad de Harvard¿Cómo prevenir o frenar los efectos del estrés tóxico en niños?
Para prevenir o frenar los efectos del estrés tóxico en los niños, Educación Inicial recomienda lo siguiente:
- Crea un ambiente seguro y tranquilo en el que pueda desenvolverse.
- Hazle saber que es importante para ti y que estás para él/ella.
- Sé empático(a) con sus emociones y ayúdale a expresarlas.
- Practica técnicas de relajación y compartan actividades recreativas o deportivas.