La dificultad de encontrar un pequeño sumergible en el vasto y helado océano que rodea la remota costa canadiense de Terranova no ha sido ni remotamente fácil. Las 5 personas que buscaban ver los restos del Titanic apenas disponen de oxígeno el cual está a nada de agotarse. Los equipos de rescate trabajan a contrarreloj. Se estima que a las cinco personas a bordo les quedaban unas 40 horas de aire para respirar. Han surgido versiones de que el servicio del sumergible Titán incluye inyecciones para los nervios y máscaras.

Las características físicas del agua y la extrema profundidad en la zona hacen que las tecnologías en tierra y en el espacio, como las comunicaciones por satélite y el GPS, no funcionen. Titan se comunica con su barco de apoyo utilizando sistemas acústicos que envían señales para proporcionar su ubicación. Un texto muy limitado desde el Titan al barco es posible a través de una especie de "módem acústico" si el sumergible está en el rango adecuado, pero esta comunicación puede verse interrumpida si el Titan ya no está en una posición vertical o si se encuentra enredado en el fondo.

Se señala que la ventana instalada en la parte frontal del sumergible para observar el exterior estaba construida solo para soportar la presión hasta 1.300 metros de profundidad. El icónico Titánic, hundido en 1912 y hallado en 1985, se encuentra a 3.800 metros.