
José Luis Camacho Acevedo
En medio de la incertidumbre que ha generado el INE como un cuestionado organizador del proceso que elegirá por primera vez en México a Jueces, magistrados y ministros, hoy arrancan las campañas de los que aspiran a llegar a cualquiera de los 881 cargos que estarán en disputa el primer domingo de junio venidero.
La meta es instalar 84 mil 202 casillas, las cuales serán operadas por 1 millón 555 mil 592 funcionarios.
Las opiniones con respecto al mencionado proceso son en términos generales en sentido negativo.
Hay una gran mayoría de sentires que consideran que esas elecciones estarán manipuladas para favorecer a candidatos a modo del actual régimen de gobierno apoyados en las estructuras que ha creado MORENA, el partido en el poder.
Un ejército de servidores de la nación buscará llevar a votar a los miles de ciudadanos beneficiados por los programas sociales que ha instaurado desde el 2018 la llamada 4T.
Con una maquinaria que fue creación del viejo PRI, mediante acarreos y unos estímulos que van desde utilitarios hasta comidas, obviamente pasando por remuneraciones económicas, los servidores de la nación cumplirán su tarea desde la instrucción del potencial votante hasta el momento en que deposite su voto en la casilla correspondiente.
Casos de ese manipuleo han sido ejemplificados, por poner un ejemplo de la mira más alta del juego, como el de la ministra Lenia Batres que, presuntamente, contará con el apoyo del aparato burocrático del ISSSTE, institución que suma millones entre burocracia y beneficiarios y que actualmente es dirigida por su hermano Martí Batres.
A ello se suma que los hermanos Batres Guadarrama han creado una importante estructura electoral en la CDMX, que ha sido desde hace décadas su centro de operación natural.
Con un “apoyo de simpatizantes” de esa envergadura, no es de dudarse que Lenia Batres pudiera convertirse en la próxima presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, derrotando a sus más viables competidoras como son las ministras Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz.
Pues, haiga sido como haiga sido, se inician unas campañas inéditas, con grandes lagunas informativas para los ciudadanos y, sobre todo, con la desconfianza que genera la versión de que será una elección completamente amañada.
Pues la raza, que nunca se equivoca, dice que se iniciaron las elecciones del BIENESTAR.