Ante la indiferencia gubernamental ahora estatal y sumada la federal en la narco pandemia en que se ha convertido la guerra entre dos facciones del Cártel de Sinaloa, habría que decir que la delincuencia organizada se encarga de mostrar la realidad y la gravedad de la misma.

En el corte de las once de la noche -que ahora hacen los propios medios de comunicación- del pasado miércoles a jueves, iban 18 personas asesinadas en Sinaloa. Ya no solo Culiacán cuenta en esta guerra y clima de inseguridad. La violencia ya llega a otros municipios que habían permanecido en paz como es el caso de Ahome.

Sin embargo, tal pareciera que el gobierno federal tiene la misma cura para ambas pandemias. La receta la sigue paso a pasito.

1.-¿Se acuerdan cuando en México empezaron a aparecer los primeros casos de COVID y que rápidamente se empezó a propagar? La primera fase de la receta ya pasó en el tratamiento suministrado en la narco pandemia que vive Sinaloa.

En aquel tiempo Andrés Manuel repetía y repetía que no pasaba nada, que la gente podía salir a las calles, que hiciera su vida normal porque el COVID solo les pegaba a los ricos y el pobre no viajaba en avión. Lo hizo ver como una enfermedad selectiva porque quien tuviera calidad moral estaba a salvo del contagio.

En la narco pandemia, la receta es la misma. En su primera fase de suministro de la cura, aquí primero Rubén Rocha y ahora el mismo gobierno federal les han dicho a los Culichis y ahora a todos los sinaloenses, que no pasa nada y les recomendaron salir a la calle porque la pugna es entre las dos facciones únicamente.

Quien no esté enredado en los pleitos de los narcos-tenga calidad moral- está a salvo. La muerte no le llegará.

2.-Luego llegó la propagación de la enfermedad y la recomendación general fue encerrarse, pero el presidente siguió en su postura de que pasaba nada y la gente podía salir. Nunca reconoció la gravedad de la enfermedad.

Esa fase del suministro de la receta ya la aplicó el gobierno de Sinaloa y de AMLO y ahora Claudia, con la narco pandemia que existe en Culiacán. La gente se encerró sola- igual por miedo- pero el gobernador nunca aceptó que estuviera en encerrada. Se mantuvo en su postura de que los planteles educativos se mantuvieran abiertos, pero toleraba que fueran los mismos padres y maestros quienes decidieran si había clases o no.

Lo mismo sucedió en la pandemia del COVID. Padres y maestros decidían en qué escuela en particular hay clases presenciales y en cuáles no.

3.-Luego llegó el hambre, la afectación a la economía y obligó a la gente a tener que salir del encierro para poder vivir. Y se acuñó la frase. “O te mata de hambre el encierro o te mata el COVID por salir a trabajar”.

Esa fase de la receta también ya se aplicó en la narco pandemia de Culiacán que ya se propaga por todo Sinaloa.

El hambre sacó a la calle a los mismos sectores de población que vimos en la pandemia del COVID. Los músicos, los meseros y cocineros y en si la clase trabajadora que ante la narco pandemia han cerrado actividades hoy salen a pedir caridad del resto de la gente que si tiene con que salir adelante.

La frase es la misma. “O nos mata de hambre el encierro o nos mata una bala por salir a la calle”. Muchos “daños colaterales” han caído. Ayer una familia resultó lesionada por las balas al quedar en medio de una balacera en una popular colonia de Culiacán donde murieron 3 personas participantes en la batalla.

4.-Luego vino la cuantificación de la afectación de la economía. Era una doble tragedia. La economía mexicana no solo se paralizó y cayó varios puntos hasta por debajo del menos cero. El gobierno nunca reconoció tal afectación global pero cuando la presión social se hizo presente por el hambre que padecía mucha gente, anunció el apoyo a los más desprotegidos con el otorgamiento de despensas y micro apoyos económicos de 5 mil pesos a los micro y pequeños negocios. Al resto de la población la dejaron sola rascarse con sus propias uñas.

Esa face también ya se aplicó en la narco pandemia de Culiacán y Sinaloa. Rubén Rocha se ha negado a aceptar la afectación económica y cuando la presión social lo alcanzó, anunció programas de apoyo de 5 mil pesos a los comerciantes más pequeños, “como la señora que vende atole de pinole o champurrado”, así lo dijo él.

5.-Luego vino a repetir y repetir que la pandemia de COVID ya iba bajando, que ya se “tenía domado al monstruo”, que se iba bien y que pronto todo regresaría a la “normalidad”. Así por cansancio y por hambre de la gente, llegó la nombrada “nueva normalidad”.  La gente salió a la calle bajo su propio riesgo.

Esa fase de la receta suministrada ya se aplicó en Sinaloa también. Rocha y ahora Harfuch y Claudia repiten y repiten que ya hay “resultados contundentes” en Sinaloa. Que ya el problema está controlado, que los casos de muerte van a la baja,  y ese “decomiso histórico” de Fentanilo del cual existen muchas dudas si existió y fue real, es una muestra de ello.

6.-Ante la salida de la gente a la calle por necesidad, los casos de contagios y muertes aumentaron y el gobierno en un primer momento solo se dedicó a contar y controlar las cifras. Impidió que los hospitales, funerarias o registros civiles aportaran sus cifras de fallecidos. El concepto de información oficial se hizo presente como sello de confianza aún cuando sus cifras eran las menos confiables.

En Sinaloa pasa lo mismo. El gobierno instaló su propia vocería - el López Gatell de Sinaloa es Feliciano Castro- quien cuenta y cuenta los muertos y hechos violentos del día.

Cuando ya las cifras se volvieron escandalosos y mostraban el gran fracaso del gobierno, entonces se cambió la forma de informar, se cambiaron los conceptos de muerte y se ocultó la realidad.

Esa fase de la receta ya está en marcha. Él gobierno de Rocha ya empieza a ocultar la realidad al ya no informar en tiempo real los hechos violentos y pretende entregar un solo reporte diario de los hechos. Desde luego maquillado.

El problema que enfrenta Rocha en este intento, es que los mismos narcos informan con videos de sus hazañas diarias y en tiempo real.

7.-Luego vino ignorar el tema como problema principal de los mexicanos. El presidente Andrés Manuel López Obrador empezó a recorrer el país pero para hablar de sus programas sociales y programas de obras. De la pandemia y sus consecuencias nunca habló.

Así en esta fase se está en esos momentos. Ya se anuncia la visita de Claudia a Sinaloa y desde ya se aclaró que no viene a hablar de la violencia y su estrategia de seguridad. 

¿Será porque este problema ya no importa como nunca les importó? Claudia viene a Sinaloa a hablar de su programa de obras. Lo más seguro es que vendrá al norte, -a Los Mochis, la zona más segura- donde anunciará la inversión en la modernización del distrito de riego- cuyas obras iniciarán por allá en agosto del próximo año según se anunció.

8.-¿Entonces cuando se acabará la narco pandemia en Sinaloa? Bueno, lo más seguro es que sea igual como sucedió con la pandemia del COVID. O sea cuando se “controle” sola. “La famosa inmunidad de rebaño consistió en que se acabaran o redujeran las personas susceptibles a contagiarse y predominara ya la población inmune.

¿Esa será la apuesta del gobierno de Claudia? Hacer que el narco se acabe entre sí, que ya no encuentre gente dispuesta a entrar a sus filas, que ellos mismos destruyan su mercado y esquema de negocios porque ya no proliferen consumidores y gente dispuesta a tomar las armas por ellos. O sea esperarse a que la “inmunidad de rebaño” se dé. -O sea que la gente alejada del vicio y de las armas se impongan-.

Ufff… Si esto es así, el tema de Sinaloa va para largo.

Lo único seguro es que así como no hubo gobierno para enfrentar la emergencia del Covid, tampoco habrá gobierno para enfrentar la emergencia de seguridad.

El nuevo esquema es aguantar y resignarse a que quien tiene el control y mando, ya no es la gente, sino el grupo que está en el poder. 

La gente se tiene que aguantar que para eso los eligió.

Solo falta un paso a presentarse.

¿En qué momento nos dirán que Rocha es el gober más popular de todo el país y aparezca en el primer lugar de aprobación?

Bueno, esa es la ruta oficial, la del gobierno mexicano. El factor externo que pueda modificar esa receta se llama Donald Trump.

Por lo pronto, la receta para curar el mal de la enfermedad de la inseguridad es la misma usada para curar la enfermedad del Covid.

Cualquier coincidencia si es mera casualidad. 

Es el mismo libro de recetas para cualquier tipo de crisis que enfrente el gobierno de la 4T.

O sea que hay que ignorar y aguantar. El atole con el dedo es cortesía de la casa gubernamental.

Habrá que estar pendientes.

PASO A PASITO.-Lo dicho. Trump se ha convertido en un factor externo que no pueden dejar de lado en la toma de decisiones en México.

Andrés Manuel nunca contempló ocupar a la oposición. Al contrario, la combatió como a un feroz enemigo.

Hoy Claudia usa a la oposición y la llama a cerrar filas para enfrentar a Trump.

Ya los senadores de todas las facciones- si leyó bien- no fracciones parlamentarias están de acuerdo en apoyar a Claudia.

Llama la atención que también el PRI  apoyará a Claudia cuando fue quien fue a Estados Unidos a denunciar la construcción de un narco estado y la participación del narco en los procesos de electorales a favor de Morena.

¿A cambio de qué? A cambio de nada no fue.

OTRO PASITO.-Llama la atención que Alejandro Moreno también se unió a la petición que ya viene haciendo el PAN de la necesidad de la renuncia del Gober de Sinaloa Rubén Rocha.

Alejandro Moreno también pidió la renuncia de Rubén Rocha. 

¿Será la moneda de cambio por el apoyo a brindar a Claudia? 

Se va a saber.

PASITO CHÉVERE.-

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