La inmunización contra el COVID-19 ha generado un nuevo fenómeno en Estados Unidos: el “turismo de vacunas”, donde viajeros de otros estados, o extranjeros, se trasladan a diferentes condados estadounidenses para ser vacunados.
Ante esta creciente ola de “no residentes” en busca de vacunas, estados como Florida, California, Nueva York y Texas han tomado medidas para intentar poner un freno.
Florida se convirtió en uno de los destinos más populares para obtener la vacuna contra el COVID-19 debido a su política inicial de vacunar a cualquier persona mayor de 65 años. Pero el estado implementó nuevas reglas de identificación tras darse a conocer casos como el del conductor mexicano Juan José Origel, quien obtuvo la vacuna en la ciudad de Miami sin ser residente.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció el pasado 21 de enero que cualquier persona que tenga una propiedad en Florida y viva allí al menos a tiempo parcial podría acceder a la vacuna, pero los viajeros que no sean residentes del estado ya no serían elegibles.
- El término “residente de temporada” incluye a cualquier persona que reside temporalmente en este estado por un período de al menos 31 días consecutivos, mantiene una residencia temporal en Florida, regresa al estado al menos una vez durante cada año y está registrado para votar o paga impuestos sobre la renta, explica la página oficial del condado de Seminole.
Otra de las medidas que implementó Florida para poder sacar una cita de vacunación es presentar un comprobante de residencia de Florida, el cual puede ser desde una licencia de conducir del estado hasta una factura de servicios públicos.
Y para las personas con una identificación de otro estado se le solicita que presenten alguna prueba de residencia, como:
- Una escritura, hipoteca, estado de cuenta mensual de la hipoteca o contrato de alquiler o arrendamiento residencial.
- Una factura de servicios públicos que no tenga más de dos meses.
- Cualquier otra documentación que acredite el domicilio residencial.
Aunque la vacuna sólo está disponible para personas con mayor riesgo de exposición al COVID-19 o son vulnerables a la misma, Nueva York también ha presentado un boom en el denominado “turismo de vacunas”.
Por ello, el estado ha incrementado los requisitos y los adultos mayores deben comprobar ser mayores de 65 años y presentar un documento que acredite su residencia.
Por su parte, los trabajadores de primera línea deben mostrar un comprobante de empleo válido para el estado.
En California los requisitos son menos estrictos y no se necesita ser residente del estado para recibir la vacuna.
Sin embargo, el condado de Los Ángeles ha tomado medidas ante el “turismo de vacunas”; por ejemplo; los adultos mayores tienen que mostrar prueba de que son residentes del estado y que tienen 65 años o más para poder sacar su cita de vacunación
Pero el Departamento de Salud de este condado también aclara que la vacuna COVID-19 se administra a sus residentes independientemente de su estado migratorio.
En San Diego, los inmigrantes indocumentados que residen en el condado y son elegibles también pueden acceder a la vacuna de forma gratuita.
Estas acciones forman parte de la estrategia contra el COVID-19 del presidente Joe Biden, que busca “garantizar que vacunas seguras, efectivas y gratuitas estén disponibles para todo el pueblo estadounidense, independientemente de su estatus migratorio”.
Incluso en este estado fronterizo con México no es requisito contar con un número de Seguro Social para sacar una cita de vacunación. Si una persona no cuenta con éste, en su lugar puede poner el número 000-00-0000 cuando se registra en la plataforma.
¿Texas podría emular a Florida?
Hasta ahora, el Departamento de Salud de estado no niega los servicios de COVID-19 basados en la residencia, pero el “turismo de vacunas” ha provocado que la población residente de Texas cuestione a las autoridades.
“Esas vacunas están destinadas a los texanos”, respondió el gobernador Greg Abbott el pasado 27 de enero.
¿Quién es elegible para recibir la vacuna ahora en Estados Unidos?
El pasado 14 de diciembre Estados Unidos inició una extensa campaña de vacunación contra el COVID-19.
Aunque cada estado tiene políticas distintas, por ahora la población estadounidense elegible para la vacuna es:
- Trabajadores de la salud de primera línea y residentes en centros de atención.
- Personas mayores de 65 años o con una condición de salud que aumenta el riesgo de enfermedad grave por COVID-19.
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