La Unión Europea congeló la presentación de su plan de un impuesto digital, mientras avanzan las negociaciones en marcha en el ámbito de la OCDE con los países del G20 sobre fiscalidad de las grandes empresas.
Los ministros de finanzas del G20 apoyaron el sábado un plan originalmente lanzado por 132 países en el ámbito de la OCDE para reformar las obligaciones fiscales de las grandes empresas multinacionales, incluyendo los gigantes digitales.
Reunidos en Italia, los ministros del G20 pidieron que las negociaciones avancen rápidamente para limar las diferencias que persisten y así permitir la adopción de un gran acuerdo en octubre.
En tanto, el plan de la UE de adoptar una enorme reforma de toda la estructura fiscal para los gigantes digitales había sido criticado por Estados Unidos, y el fin de semana la secretaria estadounidense del Tesoro, Janet Yellen, pidió públicamente que sea reconsiderado.
En ese cuadro, la decisión europea de dejar momentáneamente en suspenso su plan obedece a la intención de alinearlo con las decisiones que sean adoptadas en el marco de las negociaciones OCDE/G20.
La idea original de la UE es que ese llamado “impuesto digital” sea una pieza central para levantar fondos y que sean utilizados en los esfuerzos de la recuperación pospandemia.