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Último debate: candidatas cínicas y un retablo de las maravillas

por José Luis Camacho
20-05-2024

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José Luis Camacho Acevedo

Por fin se acabaron los insulsos e inútiles debates entre candidatos presidenciales: unos ejercicios monótonos, mitómanos y megalómanos.

Las aspirantes Sheinbaum y Gálvez volvieron a convertir el debate en un lavadero. Se lanzaron acusaciones mutuas de incidentes que ya todo México sabe que existieron en los desempeños públicos de las candidatas.

Máynez volvió a exhibir una retórica cuyo contenido de promesas es tan infantil que ni Chabelo (QEPD) las habría dicho en su mejor época. Por ejemplo, Máynez dijo que es el único que puede resolver el problema de la inseguridad.

¡Órale¡

Y cuando Claudia y Xóchitl dejaban de agredirse, de exhibir sus grandes capacidades para injuriarse, hablaban de proyectos como si cada una fuera, en el supuesto de ganar, a ejercer un presupuesto de egresos diferentes.

Xóchitl tomó como su biblia moral y su servicio de inteligencia, un libro de la periodista Anabel Hernández, sin evidenciar que tiene la menor idea de lo que es la inteligencia para la seguridad nacional.

Por su parte Sheinbaum volvió a asumir su ya conocida estrategia de darle el avión a Xóchitl y hacer un remake de los pasados debates.

Máynez no debió dejar pasar la oportunidad que le dio Alito al pedirle que declinara en favor de Xóchitl a cambio de renunciar al PRI y a ser candidato de lista.

¿Qué vimos los electores mexicanos en las intervenciones de las candidatas y de Máynez que representen una solución a la gravísima problemática social y de seguridad que padece el país?

Nada que fuera creíble.

Por eso los pronósticos para mencionar un ganador en los comicios del próximo 2 de junio, no podrán variar sustantivamente en los días que faltan parta celebrar la jornada electoral.

Promesas, proyectos y todo un retablo de las maravillas en las narrativas de las y el aspirante presidencial que no se los cree la sensibilidad popular.

Sensibleros, con falsos optimismos, manipulando cifras y datos y, seguramente, pensando que los electores nacionales son manipulables y tontos, electores entre los que me incluyo, por supuesto, con mi protesta de que ya me dejen considerar un atorrante que no sabe ni en qué país vive ni lo que en él está ocurriendo, así se portaron los actores del debate.

Sheinbaum sigue de puntera en las encuestas; Gálvez manda a Alito a que se le una porque, tal vez, vea que no alcanza en el corto tiempo que resta, a la aspirante oficialista y Máynez se sigue ganando a pulso su condición de candidato testimonial.

Ahora si que solo nos queda agua y ajo. ¡Aguantarse y a joderse¡