El incendio se produjo en la madrugada del viernes y ya está bajo control, según informó la petrolera estatal mexicana Pemex. El motivo del fuego, que durante varias horas dejó unas impactantes imágenes con llamas naranjas saliendo del mar azul, sería la ruptura de un ducto submarino de la compañía, despertando críticas ambientales por los modelos energéticos basados en combustibles fósiles.
Un agujero de fuego en mitad del océano. Durante la madrugada del viernes 2 de julio, el Golfo de México vivió un hecho más común de las películas de ficción que de la vida real: el agua se encontraba ardiendo. El denominado "ojo de fuego" se mantuvo así durante unas cinco horas en las aguas de la costa suroriental del Estado de Campeche.
¿El motivo de este desastre? La ruptura de una línea submarina de gas que provocó un incendio en el mar, según informó la compañía petrolera mexicana Pemex. La compañía estatal anunció que el fuego ya está controlado y que no hay heridos. "El incidente fue atendido de inmediato al activarse los protocolos de seguridad y con el acompañamiento de embarcaciones cercanas de contraincendio como Isla Santa Cruz, Bahía de Campeche y Bourbon Alienor", señaló la compañía en un breve comunicado.
"Además, se procedió al cierre de válvulas de interconexión en el ducto, extinguiéndose el fuego y la emanación de gas, quedando concluida la contigencia alrededor de las 10:45 horas y restableciendo condiciones normales de operación", sentenció Pemex.
En la madrugada del viernes, las llamas salieron a la superficie por el estallido en las profundidades marinas donde se sitúa el ducto de Pemex, a poco menos de 150 metros de una plataforma de perforación y el complejo petrolero Ku Maloob Zaap (KMZ), el más importante de la compañía y el mayor productor de petróleo en crudo, representando casi el 40% de su producción diaria.
"La turbomáquina de las instalaciones de producción activa de Ku Maloob Zaap se vio afectada por una tormenta eléctrica y fuertes lluvias", dice un informe de Pemex al que pudo acceder Reuters, sin mencionar más detalles del análisis. Según la agencia, el incendio pudo controlarse gracias a que la tripulación de la compañía "utilizó nitrógeno" sobre el oleoducto, que sirve para transportar tanto gas como petróleo.
Pemex aseguró así que se han restablecido "las condiciones normales de operación" y que "no se reportan lesionados ni evacuados", añadiendo que realizarán una investigación para analizar la causa del incidente, que se hizo viral en las redes sociales y muchos se preguntaban a qué se debían esas llamas anaranjadas como el estallido de un volcán sobre el azul del mar.
Los medioambientalistas critican el modelo basado en combustibles fósiles
Por el momento, se desconoce el daño medioambiental derivado de la fuga de gas y el fuego, pero muchos ambientalistas han puesto el grito en el cielo tras publicarse en redes sociales las primeras imágenes de la bolsa de fuego en el mar.
Greenpeace, la organización internacional que lucha por la defensa del medio ambiente, apuntó que el accidente refleja los riesgos que conlleva el modelo energético basado en combustibles fósiles: "Como parte del modelo extractivista de combustibles fósiles, estos son los riesgos que enfrentamos a diario y que llaman a cambiar ya el modelo enérgico", criticó Gustavo Ampugnani, director ejecutivo de Greenpeace México.
Por su parte, la directora del programa de océanos del Centro para la Diversidad Biológica, MIyoko Sakashita, señaló que "las aterradoras imágenes del Golfo de México están mostrando al mundo que las perforaciones en alta mar son sucias y peligrosas".
La ambientalista denunció además que "estos horribles accidentes seguirán dañando el Golfo si no acabamos con las perforaciones en alta mar de una vez por todas".
Pemex: bancarrota y desastres en sus instalaciones industriales
No es la primera vez que la compañía estatal mexicana, una de las más grandes, sufre un accidente en sus instalaciones industriales. De hecho, Pemex se encuentra en bancarrota desde hace años, con una deuda millonaria de la que el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador habría propuesto hacerse cargo.
Para calmar las críticas por parte de los que se dedican a la conservación del medio ambiente, el jefe del regulador mexicano de seguridad petrolera, Ángel Carrizales, afirmó que "no generó ningún derrame".
Sin embargo, como apuntan los especialistas, este tipo de desastres naturales en el mar, derivados de derrames de hidrocarburos, tienen efectos graves en los océanos y todos los seres vivos que los habitan, dañando su biodiversidad y contaminando el hábitat, el suelo y el agua de millones de especies.