Con la llegada de Internet, el acceso a información se democratizó y se hizo más sencillo el intercambio de opiniones. El anonimato que proporcionaban foros y redes sociales fueron la excusa perfecta para comenzar a compartir experiencias, y poco a poco la información sobre la sexualidad fue haciéndose más habitual en la vida diaria de las mujeres, que particularmente habían visto restringido su conocimiento a los métodos anticonceptivos.
Las películas y las series han evolucionado también hacia una sexualización del entretenimiento, contribuyendo a que cada vez veamos más normal hablar, discutir y opinar de sexo. En este sentido, los juguetes eróticos han pasado de ser una mera anécdota a formar parte de la vida cotidiana de personajes entrañables de ficción, pero también de influyentes de redes sociales que no tienen reparos en admitir o incluso recomendar este tipo de complementos.