El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) aplaudió la modificación de la Ley de Migración y la Ley sobre Refugiados en México, que ahora prohíbe la detención de menores migrantes en estaciones fronterizas.
“Los temas clave son la prohibición de la detención. Ningún niño o niña puede ser detenido por su situación migratoria esté acompañado o no acompañado”, afirmó este martes en una entrevista con Efe la jefa de Protección de Unicef México, Dora Giusti.
Giusti explicó que ese derecho ya estaba recogido en las leyes de protección a la infancia mexicanas, pero que en la práctica no se llevaba a cabo porque no estaba contemplado con un reglamento en las leyes migratorias.
Ahora, con la modificación aprobada la pasada semana por el Congreso mexicano, “cada menor tiene que pasar por un proceso de protección y una evaluación del interés superior del niño para ver cómo se puede proteger todas sus necesidades y sus derechos”.
De esa evaluación se deriva todo lo que necesita el menor, como atención médica, psicológica u otros cuidados que pueda requerir, que estarán a cargo del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), organismo mexicano de asuntos sociales.
“El otro punto importante es que todo niño o niña tiene derecho a recibir una visa humanitaria que le permite estar mientras tanto en México y encontrar una solución”, recuerda la jefa de Protección de Unicef México.
Así, los retornos se tendrán que basar en la evaluación de interés superior y no se podrán llevar a cabo “sin entender bien las necesidades del niño” y sin tener en cuenta su opinión o situación.
El año pasado se detectaron en estaciones migratorias de México casi 52,000 niños, según los datos aportados por Giusti, el 23% de ellos sin la compañía de un adulto.
“La detención es muy dañina para una persona menor de edad. Estos niños ya traen muchas inseguridades, muchas inquietudes, y mucho estrés psicológico. La detención aumenta ese estrés psicológico y puede crear repercusiones hasta a largo plazo”, apunta.
El cambio legislativo se aprobó la pasada semana tras dos años parado en el Congreso, aunque Giusti atribuye este nuevo impulso al empeño de un grupo de diputados y no a la elección de Joe Biden como presidente de Estados Unidos, lo que podría aliviar la política migratoria en ese país y por extensión en México.
“Puede haber un momento que sí que se fomente la entrada de más personas que pasen, y hasta más niños no acompañados que puedan cruzar (a Estados Unidos)”, reconoce la responsable de Unicef, pero recuerda que la capacidad humanitaria mexicana también es un factor a tener en cuenta.
Al principio de la administración de Andrés Manuel López Obrador, en diciembre de 2018, “hubo cierta apertura a la inmigración”, pero las limitaciones de recursos de los estados receptores y la presión política de Donald Trump hicieron que México cumpliera una función “de bloqueo” en las fronteras con presencia de la Guardia Nacional, apunta.
“Si hay un cambio en Estados Unidos de la política migratoria es posible que aquí se vaya ajustando. Sin embargo, creo que el elemento de la respuesta humanitaria y las capacidades de respuesta de las instituciones mexicanas van a tener una influencia. No se puede pasar de un extremo a otro”, advierte.
Televisa news/EFE