logo
header-add

Vecinos denuncian colusión de autoridades con bandas

por Redacción
20-01-2023

Comparte en

Bajo un montículo de tierra, piedras y nopales, a unos 70 metros de postes amarillos que indican la existencia en el subsuelo de oleoductos provenientes de la refinería Miguel Hidalgo, hay una toma clandestina de combustible que presuntamente regentea la banda de huachicoleros de El Doctor y su padre, El Bombón o El Verdugo.

En el desolado paraje no hay viviendas. Para llegar es necesario conducir por el camino de terracería conocido como Los Tubos Volados –llamado así porque cerca hay tubería abandonada, supuestamente de Petróleos Mexicanos (Pemex)– en los límites entre Bomintzha, municipio de Tula, y el de Atotonilco de Tula.

De ese camino parten algunas veredas hacia el paraje de escasa vegetación. “Esos caminos secundarios los han hecho los mismos huachicoleros para llegar a las tomas que tienen ocultas”, explicó el joven que condujo a La Jornada hasta donde se ubica la perforación en la tubería.

Otros “hoyos” se encuentran en un camino ubicado en la zona urbana de Bominthza, por cuyo subsuelo pasa un ducto de Pemex, a un costado del Colegio de Bachilleres y a menos de 100 metros del panteón municipal.

En la localidad, el robo de combustible ha generado nuevos y muy bien remunerados “oficios”, como el de los “picadores”, desempeñado, según el lugareño, por trabajadores de Pemex jubilados o en activo que cobran 50 mil pesos por perforar tubos o por ayudar a los saqueadores a conectar las mangueras en las tomas ya abiertas cada vez que se realiza una extracción.