WILMINGTON, Del./WASHINGTON, 6 nov (Reuters) - El demócrata Joe Biden estaba más cerca de ganar la Casa Blanca el viernes, ampliando sus estrechas ventajas sobre el presidente Donald Trump en los estados clave de Pensilvania y Georgia, incluso mientras los republicanos buscaban recaudar 60 millones de dólares para financiar demandas contra los resultados.
Trump se mantuvo desafiante, prometiendo presionar con reclamos infundados de fraude, mientras una nación ansiosa esperaba claridad en una elección que solo intensificó la profunda polarización del país.
En el cuarto día del recuento de votos, el exvicepresidente Biden tenía una ventaja de 253 a 214 en la votación del Colegio Electoral estado por estado que determina al ganador, según Edison Research.
Asegurar los 20 votos electorales de Pensilvania pondría a Biden sobre los 270 que necesita para ganar la presidencia después de una carrera política que se remonta a casi cinco décadas.
Biden también ganaría si prevalece en dos de los otros tres estados clave donde estaba por delante el viernes: Georgia, Arizona y Nevada. Al igual que Pensilvania, los tres todavía estaban procesando las boletas electorales el viernes.
A nivel nacional, Biden lideraba frente a Trump por 4,1 millones de votos de un récord de 147 millones emitidos.
Sin embargo, su ventaja era mucho menor en esos cuatro estados en disputa: solo 83.038 votos de más de 16 millones emitidos. En Georgia, lideraba por apenas 3.962 votos.
A medida que la ventaja de Biden crecía en Pensilvania, cientos de demócratas se reunieron frente al sitio de recuento de votos del centro de Filadelfia, vistiendo camisetas amarillas que decían “Count Every Vote” (Cuenten cada voto).
Dos hombres fueron acusados de delitos con armas de fuego después de ser detenidos cerca del centro, que se ha convertido en un foco de protestas. Los medios locales mostraron calcomanías en su vehículo promocionando QAnon, una teoría de la conspiración pro-Trump.
En Detroit, una multitud de partidarios de Trump, algunos armados, protestaron frente a un lugar de conteo, ondeando banderas y gritando “¡Lucha!”.
Bajo el lema “Stop the Steal” (Detengan el robo), los partidarios de Trump planearon 62 mítines separados para el viernes y el sábado.
Biden planeaba pronunciar un discurso en horario estelar el viernes, según dos personas familiarizadas con su agenda, incluso si las cadenas de televisión no se inclinan por él como vencedor.
A medida que avanzaba el recuento de votos, los demócratas se mostraban cada vez más frustrados porque Biden aún no había sido declarado ganador. “Estos medios han sido intimidados por Trump”, escribió en Twitter el estratega demócrata Brad Woodhouse.
Mientras tanto, Trump no mostraba señales de que estuviera listo para ceder, ya que su campaña inició una serie de demandas que, según los expertos legales, probablemente no alterarían el resultado de las elecciones.
“Joe Biden no debería reclamar injustamente el cargo de presidente. Yo también podría hacer ese reclamo. ¡Los procedimientos legales apenas comienzan!” escribió en Twitter.
Trump lanzó un ataque extraordinario contra el proceso democrático el jueves, apareciendo en la Casa Blanca por la noche para afirmar falsamente que las elecciones estaban siendo “robadas”. Los funcionarios electorales de todo el país han dicho que no tienen conocimiento de ninguna irregularidad significativa.
Algunos de los compañeros republicanos de Trump en el Congreso dijeron que el presidente debería bajar el tono de su retórica.
El Comité Nacional Republicano busca recaudar al menos 60 millones de dólares de donantes para financiar los desafíos legales de Trump, dijeron dos fuentes familiarizadas con el asunto.
Tanto en Pensilvania como en Georgia, Biden superó a Trump cuando los funcionarios procesaron miles de boletas por correo que se emitieron en los bastiones demócratas urbanos, incluidos Filadelfia y Atlanta.