Habitantes de al menos 13 comunidades serranas del municipio de Jerez en Zacatecas, víctimas de la violencia del narco, se desplazan a lugares seguros en zonas urbanas del estado. En Ermita de los Correa, los habitantes cuentan que en menos de un año se convirtió en una zona de guerra; enfrentamientos con armas de alto calibre aterrorizaron al pueblo.
Estos mismo habitantes fueron amenazados, se registraron desapariciones de personas y otros fueron obligados a reclutarse para trabajar con los cárteles criminales.
Ante la amenaza de la delincuencia, comenzaron el éxodo y abandonaron sus tierras, viviendas, negocios y ganado. Antes, los criminales los despojaron de vehículos y herramientas para el trabajo agrícola.