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Xu Jiayin llevó a su empresa a tener una deuda de US$300.000 millones

por Redacción
25-09-2021

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"Creo firmemente que con los esfuerzos y el duro trabajo de todos ustedes Evergrande saldrá de su momento más oscuro", escribió Xu Jiayin, presidente del gigante inmobiliario en una carta dirigida a sus empleados esta semana.

El optimismo expresado por Xu en la misiva dista mucho de la visión que tienen acreedores y analistas internacionales sobre la crisis que enfrenta la empresa inmobiliaria más endeudada del mundo.

Un gigante al borde del colapso que ha remecido a los mercados bursátiles y ha encendido las alarmas ante un posible "efecto contagio" de la crisis al resto de la economía china y al sistema financiero internacional.

Evergrande, que maneja 1.300 desarrollos inmobiliarios en 280 ciudades del país, tiene en vilo a sus acreedores -dentro y fuera de China-, a sus proveedores, a sus empleados y a las miles de familias que invirtieron sus ahorros en la compra de viviendas y ahora temen quedar arruinados.

Con una deuda estimada en unos US$300.000 millones, equivalente al 2% del PIB del país, los inversores se preguntan si el gobierno de Xi Jinping implementará un rescate, la dejará caer, o diseñará alguna fórmula para que algunos de los afectados reciban parte del dinero invertido en la firma.

Los más dramáticos han calificado el eventual colapso de la firma como el "momento Lehman Brothers de China", refiriéndose a la estrepitosa caída del banco estadounidense que gatilló la crisis financiera de 2008, aunque el consenso entre muchos expertos es que se produciría una bancarrota "ordenada".

"Los funcionarios del gobierno chino han estado ocupados interviniendo y trabajando activamente en un plan de reestructuración factible", le dice a BBC Mundo Zhiwu Chen, director del Asia Global Institute (AGI) y profesor titular de la Universidad de Hong Kong.

El rostro visible de la debacle es Xu Jiayin, también conocido como Hui Ka Yan en cantonés.