José Luis Camacho Acevedo
Ante los recientes hechos y luego de más de dos meses de que se implantará el Plan de Apoyo a Zacatecas II, ha quedado demostrado que él que no puede con la seguridad es el mandatario David Monreal Ávila.
Y es que, a escasos meses de su llegada al poder, la situación en materia de seguridad en Zacatecas se ha descontrolado, los 16 cadáveres del pasado fin de semana es una muestra más de la incapacidad que ha demostrado la administración estatal para mejorar la situación.
Asimismo, la muerte multiplicada de policías municipales, deja a estas corporaciones en un evidente estado de indefensión, actualmente ser policía en Zacatecas es un enorme peligro.
Municipios se quedaron sin policías después de que más de treinta fueran asesinados, colgados en puentes, cuerpos y cuerpos tirados como amenaza. En pocas palabras, es un estado en emergencia.
Como respuesta ante los hechos recientes, Monreal Ávila declaró que la escalada de la violencia en Zacatecas se debe a reacciones al plan, implementado en noviembre por el López Obrador y que aseguró ha dado resultados contra la delincuencia. Aunque estos evidentemente no son visibles.
Esta estrategia, afirmó, “ha dado resultado en la disminución del delito, pero también ha generado una escalada en la violencia, a causa de enfrentamientos entre grupos del crimen organizado, que lamentablemente han ocasionado pérdidas humanas”.
La realidad ha demostrado que el plan no esta funcionando, ante el derramamiento de sangre, violencia y caos, es evidente que se necesita con urgencia replantear un nuevo mando e implementar operaciones con golpe fuerte de timón.
O al final del mes va a tener un estado peor que el de Quintana Roo o Morelos, es decir una crisis a punto de lo incontrolable.
Se entiende que no es un tema nuevo, ya que es algo que venia sucediendo desde antes de la llegada al poder de Monreal Ávila, sin embargo, también es verdad que poco o nada ha hecho para solucionarlo más que exigir ayuda al gobierno federal, misma que llego rápidamente.
Monreal insiste en que el Plan Zacatecas II ha dado resultado en la disminución del delito y, al mismo tiempo reconoce que por ello se ha generado una escalada de violencia.
No va a ser posible reducir de manera sostenida la violencia letal en Zacatecas si la presencia federal no se acompaña de un fortalecimiento de las policías locales y la construcción de capacidades de investigación criminal. Por ahora, nada indica que se está caminando en esa dirección.