La presión sobre los atletas chinos para que triunfen en los Juegos Olímpicos nunca ha sido tan alta y quien no obtiene el oro es acusado de ser antipatriota
El equipo de dobles mixtos de tenis de mesa de China se disculpó entre lágrimas en los Juegos Olímpicos de Tokio la semana pasada por ganar una medalla de plata.
"Siento que le he fallado al equipo... perdón a todos", dijo Liu Shiwen, inclinándose en señal de disculpa, con lágrimas en los ojos.
Su par Xu Xin, agregó: "Todo el país esperaba con ansias esta final. Creo que todo el equipo chino no puede aceptar este resultado".
Su derrota en la final contra Japón, en un deporte que suelen dominar los chinos, ha dejado a muchos internautas furiosos.
En la plataforma de microblogging Weibo, algunos "guerreros del teclado" atacaron a la pareja, diciendo que habían "fallado a la nación".
Otros acusaron sin fundamento a los árbitros de haber favorecido a Jun Mizutani y Mima Ito de Japón.
En medio de la fiebre nacionalista que explotó en el país, acumular medallas olímpicas se ha convertido en mucho más que gloria deportiva.
Para la multitud ultranacionalista, perder una medalla olímpica es equivalente a ser "antipatriótico".
"Para estas personas, las tablas de medallas olímpicas son indicadores en tiempo real de la destreza nacional y, por extensión, de la dignidad nacional", dijo Florian Schneider, director del Leiden Asia Centre de Países Bajos.
"En ese contexto, alguien que fracasa en una competencia contra extranjeros ha defraudado o incluso traicionado a la nación".
El partido de tenis de mesa fue una píldora especialmente amarga de tragar porque fue una derrota ante Japón, con el que China comparte una historia tumultuosa.
La ocupación japonesa de Manchuria, en el norte de China, en 1931, antes de que comenzara una guerra más amplia seis años, mató a millones de chinos. Todavía es un punto delicado entre las dos naciones.
Para los nacionalistas chinos, entonces, el partido no fue solo un evento atlético, explicó Schneider. "Es un enfrentamiento entre China y Japón".
"Las autoridades han señalado al nacionalismo como la forma correcta de entender los asuntos actuales, y ahora los ciudadanos están recurriendo a ese marco cuando necesitan entender el papel de China en el mundo", señala Schneider.
"Se le ha dicho al público chino que el éxito nacional es importante, y ahora los atletas chinos deben lograr este éxito en Tokio".