A raíz de la pandemia por Covid-19 las nuevas tecnologías están presentes en casi todos los ámbitos de nuestra vida, ya sea por las videollamadas por trabajo y escuela, pedir comida a domicilio mediante una app o simplemente disfrutar de las plataformas virtuales.

Sin embargo, algo que ha roto el gran tabú de las relaciones es el cibersexo. Antes se creía que únicamente los "inadaptados sociales" son quienes recurrían a esta actividad e incluso pagaban por sexo virtual.

El confinamiento ha provocado que muchas parejas se hayan distanciado, dejando las relaciones íntimas el el olvido, teniendo como recurso alternativo el cibersexo.

A través de videollamadas, mensajes y fotografías, se puede interactuar de forma interactiva con tu pareja, lo más curioso es que puedes echar a volar tu imaginación con ayuda de artefactos y juguetes sexuales que te ayudaran a crear una experiencia sexual inmersiva.

Además puedes agregar retos como preguntas íntimas y dinámicas en las que intervengan "castigos" y "premios".

Aunque parezca que todo es muy sencillo, tienes que tomar en cuenta que todo debe regirse dentro de la legalidad, el cibersexo, entendido como una actividad íntima y privada, puede realizarse de manera sana y respetuosa en la que previamente las parejas acuerden la privacidad y confíen mutuamente para evitar futuros conflictos como extorsiones o robo de datos. 

Para esto, también es recomendable que quienes practiquen este tipo de relaciones virtuales, tengan una red de conexión a internet privada a fin de evitar algún tipo de ciberdelincuencia.

Los dispositivos deben contar con antivirus, antispam y actualizaciones para evitar distracciones y disgustos.

La pandemia ha roto los moldes de cómo nos relacionamos actualmente, sin embargo es importante equilibrar las actividades reales y virtuales, ya que puede ser adictivo caer en situaciones en las que prefiramos la tecnología.