Por Gustavo Cadena 

Ahí estaba Noé Zavaleta, periodista y escritor, antes de las siete de la mañana de este martes, con Ricardo Rocha en Radio Fórmula. 

Profesional del periodismo, confidente del dolor y las angustias del pueblo, explicaba la cruel realidad de las madres buscadoras de sus hijos desaparecidos, cuyo drama inmortaliza en su nuevo libro. 

La misma crueldad tolerada por gobiernos pasados y presentes, fifís y chairos habidos y por haber,”, pronto estará en exhibición abierta. 

Será en el “Memorial a los Desaparecidos, allí entre las avenidas Xalapa y Orizaba, vigilada por la mirada compasiva del gobernante ecológico don Rafael Hernández Ochoa, hoy convertido en piedra.  acaso por su fama de ranchero enamorado, pero no, más bien por haber salvado al Cerro Macuiltépec de “la chusma”. 

Allí, ya luce terminado el engendro que dejó don Hipo y que concluyó su sucesor el amigo libanés o de donde venga, don Ricardo Ahued. 

Se pensaba sería un puente peatonal que tanta falta hace por ahí, pero no, es como el vagón de un tren donde en la parte de arriba, entre ventanales de cristal se han pegado imágenes de desaparecidos, jóvenes y viejos, muchachos y adultos de ambos géneros, un puente a la eternidad, que desde 2013 recordará a quienes fueron secuestrados por la maldad y la impunidad e ineficiencia de autoridades en turno. 

Es la vista al puro dolor, que como lo describe Noé Zavaleta, es la mismísima radiografía del sufrimiento. Qué tristeza. 

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Oiga, ¿ya ve cómo están los calores y el agua escasea en pleno invierno?, cuándo alguien promoverá la reforestación? ¿El próximo gobierno?