No sé si todavía se entrega una toga y un birrete a ministros y ministras debutantes en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. De lo que sí estoy enterado es de que esa cachucha cursi ya no se utiliza en las sesiones solemnes de la corte, y qué bueno que así sea: no es correcto confundir a tan eminentes juristas con adolescentes en su graduación de secundaria.
Como el birrete desapareció de la indumentaria de ministros y ministras, el diario Reforma mintió al decir que Arturo Zaldívar Lelo de Larrea hizo caravana con birrete ajeno. En ese sentido los redactores de la columna Templo Mayor se vieron bastante burretes. Pero en algo sí tuvieron razón los editores del diario propiedad de Alejandro Junco de la Vega… (Conste, hablo de redactores y no de redactores y redactoras porque el mencionado periódico está dominado por machitos, es decir, las mujeres tienen escasa influencia en las decisiones editoriales. Volveré más adelante a este tema).
¿En qué no se equivocaron quienes, este miércoles 4 de enero de 2023, escribieron la columna Templo Mayor? En cuestionar a Arturo Zalvídar porque el innegable compromiso con las mujeres que caracterizó a su periodo al frente de la corte suprema, de plano a la hora buena quedó solo en discurso.
Y es que el ministro más feminista —se le reconoce lo que hizo por ellas durante cuatro años—, al momento de elegir entre una ministra y un ministro para presidir la corte a partir del segundo día de 2023 ¡¡¡prefirió al hombre, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, y le dio la espalda a la mujer, Norma Lucía Piña Hernández!!!
Gutiérrez Ortiz Mena
Creo que ha habido exceso de comentarios injustos acerca del ministro Ortiz Mena. Pero, ni hablar, así es la política y quienes en tal actividad participan deben estar perfectamente conscientes acerca de la naturaleza del oficio que eligieron.
El presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionó muy duramente a Gutiérrez Ortiz Mena por su pasado. AMLO, desde luego, no cayó en una conducta indebida, es decir, lo que dijo no cabe en la categoría de la mentira, por lo tanto no ha habido calumnia. Andrés, en un debate político, solo se expresó fuertemente acerca de un rival político, y no por lo que el ministro ha hecho en sus años en la corte, sino por su trabajo en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón.
Diría el bolero que todos tenemos un pasado y este nos beneficia o perjudica, dependiendo de las circunstancias del presente.
Como el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena es inteligente —y además conoce las reglas de la política— en la votación de la ley eléctrica le dedicó a AMLO la bellísima canción “No te importe saber”, en la que se ruega a la pareja olvidar el pasado. Es un bolero extraordinario que el cubano René Touzet compuso en un tranvía de La Habana a Marianao, y suele funcionar en las relaciones sentimentales y aun en las políticas, pero que esta vez no tuvo éxito con un AMLO tantas veces traicionado por personas con pasados oscuros en las que confió.
Germán Martínez, senador que traicionó a AMLO, asegura que quieren “falsificar” credencial del INE con la reforma electoral
“Ni lo topo”, fue lo que dijo el ministro presidente Arturo Zaldívar sobre el senador Germán Martínez, de quién aseguró “estar obsesionado con su persona”.
MÉXICO
Ni lo topo, dice Arturo Zaldívar sobre Germán Martínez, senador que está obsesionado con el ministro
No comprendo, me dices,
cómo es que siento
este amor tan vehemente sólo por ti.
No concibes que pueda quererte
con todas las fuerzas de mi alma
porque tengo un pasado.
No es que quiera decir que tú has sido
el único amor para mí,
ni que el beso que aún llevo ardiente
ha sido el primero.
Sólo sé que en la vida es preciso
saber esperar y callar,
para al cabo alcanzar lo que siempre
anheló el corazón.
No te importe saber que mi boca
besara otra boca una vez,
pues no hay huella, ni existen recuerdos,
que no borres tú.
Tu cariño me ha traído un algo,
un no sé qué que no deja
que mis ojos miren más que hacia ti.
RENÉ TOUZET
En las elecciones de 2018 el precandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador perdonó los pasados de gente de derecha como Lilly Téllez y Germán Martínez, y les llevó al Senado. Rápidamente Lilly y Germán traicionaron al presidente de México. Y no las únicas personas a quienes AMLO podría acusar de felonía.
Todo habría sido distinto para Ortiz Mena si Lilly y Germán se hubieran mantenido firmes en el apoyo al proyecto de la 4T, que cuando buscaban llegar al Senado juraron defender al margen de cualquier cosa que pasara. Pero, ya lo vimos, la lealtad no está entre las virtudes de la experiodista y el amigo y aliado de toda la vida de Felipe Calderón.
Sin esas traiciones, las más duras que ha sufrido el presidente, probablemente Andrés habría olvidado el pasado del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena en el sistema panista. Pero, dice el refrán, quien se quemó con leche, hasta al jocoque le sopla.
Lilly y Germán, sin duda, complicaron la elección de Gutiérrez Ortiz Mena como presidente de la SCJN. Y es que sin el veto de Andrés Manuel quizá habría conseguido el voto que le faltó para vencer a Norma Piña.
Zaldívar y las mujeres
No dejaré de decir que Arturo Zaldívar realizó un gran papel al frente de la corte. Habrá quienes piensen lo contrario, les respeto. Yo percibí una presidencia del poder judicial enfocada en los derechos humanos, con innovaciones en la comunicación y, sobre todo, entregada a la causa de las mujeres. Además, con una extraordinariamente positiva relación institucional —no de subordinación— con el presidente de México.
Por lo tanto, no entendí el voto de Zaldívar a favor de Ortiz Mena. Si AMLO lo había políticamente vetado, el ministro presidente saliente debió haber entendido que su candidato no iba a ganar, y por lo tanto no tenía que arriesgarse a quedar del lado del perdedor. Se equivocó el ministro Zaldívar, sin duda.
Lo más importante, si Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena iba a enfrentar a una mujer en la votación final, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, para honrar lo mejor que tuvo su presidencia, debió votar por la candidata Norma Lucía Piña Hernández. Porque sin duda es muy valioso apoyar a las mujeres en el discurso y con acciones administrativas, pero la causa feminista necesita también decisiones personales fundamentales que exigen mucho carácter. Dejó ir Zaldívar una gran oportunidad de demostrar que estaba totalmente con ellas, y no con ellos.
Si antes hubiera habido al menos una presidenta de la corte, una sola, esa crítica a Zaldívar no tendría sentido. Pero en 200 años Norma Piña es la primera. Así que nada justifica los votos contra ella.
Ya veremos en la decisión de las candidaturas presidenciales al finalizar 2023 dónde quedan quienes se dicen feministas. ¿Estarán con las mujeres aspirantes en cada partido o los intereses les llevarán a apoyar a los corcholatos machitos?
En el caso de Morena deprime que una feminista tan importante como Malú Micher, quien toda su vida ha luchado por el empoderamiento de las mujeres, cuando al fin una de ellas puede ganar la presidencia de México —Claudia Sheinbuam— se ha dejado llevar por sus intereses, no por sus ideales, y trabaja con todo para hacer candidato a un hombre, Marcelo Ebrard, tarea en la que Malú inclusive ha llegado a atacar deslealmente a la jefa de gobierno. Ese feminismo no se ve.
Dayán y Pardo
En el primer reacomodo de poder en la corte presidida por Norma Piña, ya hay nuevos presidentes de salas: Jorge Pardo Rebolledo, la primera, y Alberto Pérez Dayán, la segunda. Son dos juristas excepcionales que harán un gran trabajo. Dayán, extraordinario ser humano, derrotó a una mujer cuyo pecado, en la elección por la presidencia del poder judicial, fue no votar por otra mujer. Jamás entenderé por qué alguien tan comprometida con las mejores causas como Loretta Ortiz no apoyó a la ministra Piña. Hoy lo pagó, sus compañeros y compañeras no la favorecieron en la contienda por encabezar la segunda sala.
En el caso de Pardo Rebolledo, nadie duda de que al frente de la sala que por segunda vez encabeza, cumplirá su misión con la excelencia y el apego a los derechos humanos que caracterizaron a su antecesora Margarita Ríos Farjat.
Reforma, diario machista
Hay 20 personas en el directorio de Reforma. Las primera diez posiciones de poder corresponden a hombres.
1. Alejandro Junco de la Vega.
2. Rodolfo Junco de la Vega.
3. Alejandro Junco Elizondo.
4. Ricardo Junco.
5. Ignacio Mijares.
6. Juan E. Pardinas.
7. Roberto Zamarripa.
8. Alex Castillo.
9. Gerardo Lara.
10. Juan Carlos Pulido
Hasta la posición de poder número 11 aparece una mujer, Mayela Córdoba.
Después vienen otros cinco hombres:
12. Roberto Castañeda.
13. Jorge A. Jiménez.
14. Edgar Espinosa.
15. Paolo Regalado.
16. Jorge Obregón.
En las posiciones 17 y 18 hay otras dos mujeres, Lorena Becerra y Elvira Carrasco.
Ellas solo tienen más poder en Reforma que dos machitos seguramente no muy brillantes:
19. Miguel de Ła Vega.
20. Omar Olvera.
Si un periódico no tiene autoridad moral para criticar a alguien por no apoyar a las mujeres, ese es Reforma. Entonces, se vio hipócrita su cuestionamiento al voto de Zaldívar. Y fariseísmo también hubo en el diario de Alejandro Junco al elogiar, por ser mujer, a la nueva presidenta de la corte. Deberían decir que aplaudieron el nombramiento de Norma Piña no por el ideal feminista, sino porque ella ha votado contra AMLO, a quien detestan en la machista estructura del diario más conservador. Si les importara la causa de las mujeres no serían tan misóginas los ataques del mencionado rotativo contra la corcholata líder en las encuestas, Sheinbaum.