Durante todo este proceso electoral las encuestas han jugado un papel muy importante que inició desde la
selección de candidatos y continuará hasta que terminen las encuestas de salida que se realizarán al terminar la
votación. En este proceso el número de encuestas tanto publicadas, como no publicadas es sin duda el más grande
de la historia.
También es importante hacer notar que estas se han dado a conocer por todos los medios disponibles.
Es irónico que el partido que más utiliza las encuestas hoy es Morena, ya que cuando empecé a publicar encuestas
relacionadas con procesos electorales, a mediados de los 80,s, fui fuertemente atacado por los partidos de
izquierda argumentando que se deberían de prohibir ya que estas eran “un arma del imperialismo yanqui”.
La proliferación de encuestas en este proceso realizado por un gran número de "encuestadoras", salidas hasta por
debajo de las piedras, y de la gran diferencia de resultados entre ellas nos debe llevar a pensar sobre esta
situación.
Debido a que llevo muchísimos años, más de 50, trabajando en esta actividad, frecuentemente me preguntan ¿cuál
es la buena?, a lo que respondo "la verdad no sé", ya que tendría que revisar detalladamente la metodología de
cada una de ellas para saber cuál o cuáles de ellas se apegan más a los procedimientos técnicos que se deben
seguir para tener una muestra representativa, que el cuestionario aplicado esté diseñado para minimizar sesgos, el
nivel de supervisión a los encuestadores, los procesos de captura y procesamiento de los datos, etc.
Lo que es cierto es que es imposible que haya tanta dispersión de resultados en el gran número de encuestas que
se han publicado y que van desde aquellas que dicen que va ganando Claudia Sheinbaum con una ventaja de "X"
puntos hasta aquellas que dicen que aventaja Xochitl Gálvez con "Y" puntos pasando por aquellas que dicen que la
diferencia entre ambas es de solo "Z" puntos. Lo mismo con Máynez, que obtiene entre A y B % de preferencias.
Me explico.
En cuanto a la selección de la muestra, el principio básico es que ésta represente al universo en estudio, en este
caso los posibles votantes en la próxima elección. El siguiente paso es que los entrevistados sean seleccionados de
forma aleatoria. Si una encuesta no cumple con estos dos pasos, su validez estadística está en duda. Es decir, si la
encuesta se hizo, por ejemplo, en redes sociales, o una esquina entre aquellos que van pasando, etc. no
representa al universo de posibles votantes. Incluso, la situación actual, como la inseguridad y la limitación de
poder entrevistar a ciertos grupos de la población complica el poder tener una muestra totalmente representativa
del universo.
Quiero dejar claro que esto no quiere decir que vayan a estar equivocadas, sino que es más probable que lo estén
en comparación a que lo esté una hecha con todos los cánones metodológicos. Por lo contrario, una encuesta
realizada siguiendo todos los pasos también se puede equivocar ya que en estadística se habla de nivel de
confianza y margen de error, pero la probabilidad de que esto suceda es menor. En esto también existe la suerte.
Hace muchos años cuándo la metodología de las encuestas se fue afinando y los resultados se fueron
aproximando a los de las elecciones le preguntaron a George Gallup, padre de las encuestas modernas, que
cuándo las encuestas iban a suplir a las elecciones, ya que se ahorraría mucho dinero. Contestó que nunca, ya que
estaba seguro de que acertaría en la mayoría de las ocasiones, pero que también estaba seguro de que se
equivocaría algunas veces.
Otro elemento importante es el del cuestionario. La segunda pregunta que se hace al entrevistado está influida
por la anterior y así subsecuentemente. Además, la redacción de una pregunta también puede influir en la
respuesta que dé el entrevistado, ya que algunos contestan pensando en lo que el encuestador quiere oír y/o en lo
socialmente aceptable. Por ello es importante tener mucho cuidado en la redacción de las preguntas y el orden en
que se hacen si realmente se quieren tener resultados lo más cercano posible a la realidad. Por ejemplo, acabo de
ver un cuestionario en Facebook en el que se pregunta ¿Va a votar por “X” candidato en la elección presidencial y
las opciones de respuesta eran si, no y no se? Obviamente esta “dizque encuesta" está "diseñada" para obtener el
resultado que se quería, y fué publicada en diversos medios. Es decir, esta "encuesta" no representa al universo en
estudio y además está hecha con preguntas que influencian los resultados.
Así como esta, he visto varias otras que adolecen de rigor metodólogico. Además de estas, he visto otras de
"empresas" que han aparecido en este periodo electoral y que solo han publicado una "encuesta" con resultados
muy atípicos. No sería difícil pensar en que alguna o algunas de ellas ni siquiera hicieron las entrevistas y
elaboraron sus reportes en el escritorio, ya que su objetivo es totalmente publicitario y solo se usan para tratar
de influir en el comportamiento de los posibles votantes.
Adicionalmente a lo de la muestra y del cuestionario, hay muchos otros factores, como el procesamiento de
datos y análisis, entre otros, que pueden generar resultados diferentes.
Todos estos temas hacen muy difícil el poder contestar la pregunta que muchos me hacen ¿cuál es la buena?
El hecho es que después de este proceso se haga un análisis exhaustivo de los temas relacionados con las
encuestas para buscar optimizar su funcionamiento metodológico y su uso.