"El arte de la guerra se basa en el engaño."
Sun Tzu
Por: Oswaldo Villaseñor
 

Poco a poco, los organismos constitucionalmente autónomos que durante más de dos décadas sirvieron como contrapeso frente a los abusos del gobierno y como instrumentos de defensa de los derechos ciudadanos, han ido cayendo bajo el control de quienes, paradójicamente, deberían vigilarlos: el propio gobierno.

Estos organismos no desaparecen, insiste el discurso gubernamental. Sin embargo, aunque no desaparecen formalmente, lo que sí se extingue es su autonomía, la esencia misma de su existencia.

Por ejemplo, ¿cómo podrá el INAI (Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales) ser un contrapeso contra los abusos del gobierno si su titular será designado por el Presidente de la República y dependerá de la Secretaría Anticorrupción, también bajo el mando presidencial?

Es impensable que un empleado, seleccionado mayoritariamente por su lealtad al jefe y no por su capacidad, se atreva a denunciar o exponer la corrupción de quien lo nombró. Sin embargo, este es el nuevo panorama tras la reciente decisión del Congreso, con mayoría morenista, de transformar estos organismos autónomos en dependencias gubernamentales.

El gobierno asegura que la lucha contra la corrupción continuará. ¿Pero puede un aparato subordinado combatir los intereses de su propio jefe? La respuesta parece evidente.

El ciudadano en riesgo: entre engaños y resignación
Lo que enfrentamos es una gradual pérdida de los derechos ciudadanos y la consolidación de un poder gubernamental sin contrapesos. Ejemplos sobran:

¿Dónde estuvo la sociedad cuando el gobierno “desapareció” a la CNDH como un organismo ciudadano y autónomo para convertirlo en una institución bajo el control del gobierno? La gente estaba dormida y lo permitió.
¿Dónde estaba la sociedad cuando se impulsaron reformas para militarizar el país, convirtiendo al Ejército en un brazo armado del gobierno y relegando su papel de garante de la soberanía nacional y la seguridad del pueblo? La otra parte del brazo armado es el narco. La gente estaba dormida.
¿Dónde estuvo la sociedad cuando el gobierno tomó el control del Congreso, aprobando leyes que empoderaron al Ejecutivo y limitaron los derechos de los ciudadanos? Reformas como la prisión preventiva oficiosa o la extinción de dominio solo por sospechas son ejemplos de cómo se atenta contra la libertad ciudadana.
Hoy, con la desaparición del INAI, se pierde la obligación legal del gobierno de rendir cuentas y transparentar el gasto público.

Con la eliminación del CONEVAL, se termina la medición de los programas de combate a la pobreza, dejando más desamparados a los sectores vulnerables.

Y con la desaparición de la COFECE, se pierde la protección del ciudadano como consumidor de muchos servicios, como los beneficios logrados en la reducción de costos en telefonía celular.

Cuando los ciudadanos despierten, puede ser demasiado tarde. Como en otros regímenes totalitarios, habremos perdido el control no solo sobre nuestras decisiones, sino sobre nuestras propias vidas.

El único contrapeso que queda
En este escenario, el único contrapeso efectivo que queda es el Tratado de Libre Comercio (T-MEC). Sin embargo, su estabilidad también parece estar en peligro. Cuando caiga, México habrá sucumbido por completo al engaño:

El engaño de que se prioriza el bienestar de los pobres.
El engaño de que se acabó la corrupción.
El engaño de que nuestro sistema de salud es mejor que el de Dinamarca.
El engaño de que la seguridad está garantizada.
El pueblo de México ha perdido esta guerra sin disparar una sola bala. Más de 200 mil muertos son considerados "daños colaterales" en una lucha que nunca fue del ciudadano, sino del gobierno por perpetuar su control.

¿Cuándo despertará la gente? La respuesta aún está por verse.

Paso a pasito: ¿Hacia dónde vamos?
1. Nuevo León y Jalisco amagan con romper el pacto federal
En Nuevo León, una organización ciudadana impulsa una consulta para formar la “República Regia”. En Jalisco, el gobernador Enrique Alfaro promueve la salida del convenio de coordinación fiscal. Ambos estados expresan su hartazgo por el manejo inequitativo de los recursos nacionales, destinados a proyectos como refinerías y trenes, mientras sus territorios enfrentan carencias.

2. El campo mexicano en el olvido
El diputado federal Mario Zamora criticó al secretario de Hacienda por la falta de recursos destinados al campo mexicano, fundamental para la seguridad alimentaria. Sin embargo, las demandas fueron ignoradas.

Un final amargo
Cuando la gente despierte, México será otro país. Los ciudadanos que se resistan al nuevo orden ya no serán dueños ni de su propia vida. Parece una historia de ficción trágica, pero es una realidad que ya ocurre en varios países con regímenes totalitarios.

¿Y por qué no habría de pasar en México? Por ahora, el engaño sigue siendo efectivo.

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