El contexto de guerra y el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales restará medio punto de crecimiento a la economía mexicana respecto de las condiciones previstas en diciembre por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés).
Según sus expectativas, el PIB mexicano conseguirá un crecimiento de 1.2% este año que es inferior a 1.7% que estimaron ellos mismos en diciembre y del 1.3% ajustado en febrero, al iniciar la invasión de Rusia sobre Ucrania.
El pronóstico para el crecimiento de México que tiene el instituto se ha mantenido lejos del supuesto que el gobierno utilizó para proyectar el presupuesto de este año, que en diciembre estaba en 4.1% y que fue revisado recientemente a 3.4 por ciento.
Al interior de un análisis para América Latina, titulado “Crecimiento divergente en medio de la guerra”, identificaron a México junto con Chile, Colombia y Perú, entre los emergentes que sufrirán un impacto “levemente adverso” en su desempeño económico.
El nuevo panorama contempla que las presiones inflacionarias derivadas de los aumentos de los precios de alimentos y de energía continuarán erosionando el poder adquisitivo, socavando la confianza de los consumidores y provocará un mayor endurecimiento de la política monetaria.
Consignaron que “los efectos generales (por la guerra) siguen siendo sombríos para los principales países de la región”.