José Luis Camacho Acevedo.
Los profesionales del antilopezobradorismo han
sido machacones hasta decir basta en temas como los de la falta de vacunas
contra el Covid-19; la lenta marcha de la lucha anti corrupción y los temas de
coyuntura que la 4T les pone gratis en la mira, como son los casos de las
violentas y desarticuladas protestas de Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón
por la cancelación de sus candidaturas y el sonado asunto de la ampliación por
dos años en la presidencia de la Corte del ministro Arturo Zaldívar.
Ya en las campañas electorales la oposición a
la 4T ha montado sus críticas en las fallas que presentan factores tan
importantes para la recuperación nacional como son la lucha contra la
corrupción y el proceso de vacunación contra el COVID.
Y si los candidatos opositores se cuelgan de
esas circunstancias, de por sí cuestionables en algunos casos, sus escribanos y
pregoneros ya hasta una corriente narrativa-literaria de la lucha contra la
corrupción se ha empezado a producir.
Lozoya, el Traidor, es el reciente libro del
periodista Mario Maldonado en el que da cuenta de las entrevistas que ha
sostenido con Emilio Lozoya, el beneficiario inicial del principio de
oportunidad (léase testigos protegidos en idioma norteamericano).
El libro de Maldonado tiene un indiscutible
valor testimonial de los arreglos no tan transparentes que se dieron en el caso
Lozoya.
Y antilopezobradoristas obsesivos como Héctor
Aguilar Camín conminan al presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, a que se
pronuncie en torno al transitorio que pudiera dejarlo en su actual cargo hasta
el 2024.
Ya Diego Valadés explicó que Zaldívar no puede
pronunciarse porque en el muy probable supuesto de que la controversia del
transitorio llegue hasta la Suprema Corte, tendrían que excusarse de la
votación todos aquellos ministros que hubieran emitido una opinión sobre el
asunto.
Pero en la medida en que el presidente López
Obrador insiste en que Zaldívar sería un extraordinario operador de la reforma
judicial en tanto que es un personaje de reconocida autoridad moral y
honorabilidad sin duda, sus críticos se han cebado en el supuesto de
anticonstitucionalidad del mencionado transitorio.
Lo cierto es que el presidente, a pesar de
todo, en pleno periodo de veda electoral, sigue siendo el actor principal de
las mañaneras y, con temas de interés general, o de opiniones particulares como
la de la pertinencia de la prolongación del mandato de Zaldívar en la
presidencia de la Corte, es el principal referente de la agenda nacional.
Politizar la lucha anticorrupción o, peor aún,
hacerlo con los esfuerzos gubernamentales que tienen como principal operador al
canciller Marcelo Ebrard en la cruzada formidable de conseguir las vacunas
necesarias, es una acción muy cuestionable de los políticos anti-AMLO y de los
intelectuales o comunicadores que, desde siempre, han tenido al tabasqueño en
tesitura de ser un peligro para México.
López Obrador debe seleccionar mejor los
frentes de combate que puede abrir cada mañanera contra el neoliberalismo y sus
representantes, o de lo contrario, como dice en una razonada columna Jorge
Zepeda, al único que estará fallando AMLO, es al propio López Obrador.
EN TIEMPO REAL.
1.- La zona metropolitana de Guadalajara sigue
representando uno de los lugares más inseguros de México. Apenas ayer en las
inmediaciones de Chapalita se dio otra escalada de violencia de la cual todavía
no se reportan los daños causados. Primero Zapopan, después el centro de la
Perla Tapatía, luego Tlajomulco de Zúñiga y ahora Chapalita. ¿Hasta cuándo
gobernador y presidenciable Enrique Alfaro?
2.- El agarrón que se traen en Sonora, a través
de redes sociales, el juniorazo de Ricardo Bours (así lo califica Durazo) y el
morenista Alfonso Durazo, está haciendo que el Borrego Gándara se acerque cada
vez en las encuestas al político nativo de Bavispe. Aunque sigue considerándose
amplio favorito a Durazo.
3.- Alonso Ancira quedó libre la tarde de ayer
al realizar una millonaria cantidad en dólares (216 mdd) a PEMEX como
reparación del daño por el caso de Agro Nitrogenados.
Ancira era señalado por lavado de dinero, ya
que supuestamente entregó un soborno de 3.5 millones de dólares a Emilio Lozoya
Austin, exdirector de Pemex con Enrique Peña Nieto, con el fin de que
facilitara la compra de la planta de Agronitrogenados en 2013.