José Luis Camacho Acevedo
El debate del pasado domingo fue, en varios sentidos, un mal ejercicio para los aspirantes a ganar las elecciones presidenciales que habrán de celebrarse dentro 53 días.
La expectativa eran las propuestas que se escucharían de parte de Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y el sonriente Jorge Álvarez Máynez sobre temas como salud, educación, protección a las mujeres, las cuales, por cuestiones del formato, no pudieron externarse como el público desearía que lo hubieran hecho: claras en su articulación; con un conocimiento de aproximado de sus costos y de qué perfiles tendrían a quien el ganador de los comicios encargará en su momento.
Aunque existe la impresión de que todas las comparaciones son odiosas, pero también son muy reveladoras, si se compara el manejo discursivo de los debatientes con el realiza cotidianamente el presidente López Obrador, simple y sencillamente resulta claramente favorable al primer mandatario.
Estoy valorando el colmilludo manejo que el político de Macuspana exhibe en sus conferencias mañaneras, y de ninguna manera ese manejo tan funcional y exitoso, no puede hacerse extensivo a los resultados del gobierno de la 4T en salud, educación, mejoramiento de la calidad de vida y seguridad de las mujeres.
Los debates presidenciales no se agotan en las capacidades de sus participantes para denunciar los pasados negros que casi todos los políticos cargan en su conciencia.
También son un termómetro de las políticas públicas que podrían instrumentar las candidatas y el candidato, si llegan a la responsabilidad de gobernar un país de las dimensiones y la complejidad de México.
Pero es mejor que, con todas las fallas técnicas y de concepto que tuvo el INE al organizar el evento, que los debates existan a que se cancelen por cuestiones meramente grillescas.
No fue un show de Broadway, fue un ejercicio fallido en su técnica de formato. Por ello queda claro que no hubo ganador absoluto del debate.
Sin duda los ataques que recibió Claudia de parte de Xóchitl y, eventualmente de “Máynez”, no fueron suficientes para despeinar la siempre bien firme cola de caballo de quien, hasta el momento, es quien encabeza las posibilidades de ser la próxima presidenta de México.
EN TIEMPO REAL.
1.- En Guanajuato Morena dio un campanazo mediático cuando su aliado el PT, postuló como candidata a una diputación local a la influencer y trans Paola Suárez, quien hace siete años saltó a la fama cuando se hizo viral mundialmente un video que grabó con su amiga Wendy Guevara, ganadora de la Casa de los Famosos, titulado “Estamos Perdidas”. La aspirante al gobierno de Guanajuato por esa coalición, Alma Alcaraz, dio la bienvenida a Paola y con ello se cierra más la disputa entre Alma y la oficialista Libia García, que ya están en un empate técnico con la morenista arriba por cuatro puntos.
2.- Ayer por la tarde el escuchado programa noticioso de Pepe Cárdenas en Fórmula, fue el foro para que, empezando por el propio Pepe Cárdenas, se desmintiera categóricamente a un misterioso encuestador que publicó en sus redes que tanto Ciro Gómez Leyva, Joaquín López Dóriga como el propio Pepe, habían dado como ganadora del debate a ¡Xóchitl Gálvez¡ Lo que dicen los especuladores es que detrás del encuestador fantasma puede estar la mano del tenebroso Max Cortázar.
3.- En la ruptura de relaciones diplomáticas entre nuestro país y Ecuador ha sido motivo para que una parte muy importante de la comunidad internacional esté en solidaridad con México, ya que la irrupción por parte de las fuerzas armadas ecuatorianas de la embajada de nuestro país en Quito es una acción violatoria de los tratados internacionales firmados por Ecuador.