Inmerso en una disputa interna que puede traer graves consecuencias al panismo y con un dirigente nacional (Marko Cortés) que es señalado por todos como principal responsable del fracaso en las urnas, el panismo elegirá su nuevo dirigente en octubre próximo.

A más tardar en junio 29 se tendrá que lanzar la convocatoria para la elección que deberá ser abierta a la militancia y no por medio de consejeros, lo que se consideraría dirigida a cierto personaje que ya se ufana del futuro liderazgo.

Jorge Romero se visualiza como el futuro presidente nacional del PAN, cargo para el que se ha venido preparando desde hace algún tiempo, aunque no esperaba el revés sufrido en los comicios del pasado dos de junio.

Desde hace más de una década, Romero maneja a su antojo la alcaldía Benito Juárez, lo que le permitió ser el fiel de la balanza para la candidatura de Santiago Taboada al gobierno capitalino.

Pero los planes de Jorge no funcionaron, Santiago se quedó lejos de la ganadora y Romero fue evidenciado como el líder del llamado Cártel Inmobiliario, donde uno de sus incondicionales (Christin Von Roehrich) se encuentra preso.

Romero diputado federal reelecto se encuentra sumamente debilitado, ya que su eventual participación en el Cártel Inmobiliario lo deja expuesto a acusaciones que, de probarse, lo llevarían ante las autoridades y que mejor regalo para la nueva Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, que el eventual dirigente nacional del PAN sea llevada a juicio.

Esta simple hipótesis revela la fragilidad de Romero, por lo que sus asesores le recomiendan no participar y dejar el juego abierto para la postulación de una mujer.

Y es que, si hay un partido en el que la equidad de género no existe en la dirigencia nacional, es precisamente Acción Nacional, organismo político que requiere de una sacudida después de los resultados de la jornada electoral.

De eliminarse a Jorge Romero de la contienda quedarían solamente dos mujeres y un varón en la disputa. Damián Zepeda con ideas innovadoras que no encajan en un partido maltrecho y Kenia López y Adriana Dávila, dos mujeres, donde una de ellas se podría convertir en la primera presidenta electa de ese añejo partido.

Kenia se mueve asumiendo que la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez habría de apoyarla y Adriana apuesta a los padroneros locales que serían la llave mágica en una elección abierta a la militancia.

Pero algo en lo que insiste Dávila, exsenadora, ex diputada federal y dos veces candidata a gobernadora de Tlaxcala, es en la figura de género que los panistas no han acatado y los últimos cuatro dirigentes nacionales han sido varones.

Cecilia Romero es la única mujer que ha dirigido al PAN nacional, aunque lo hizo como interina de Gustavo A. Madero, por un par de meses.

A río revuelto ganancia de pescadores asienta el viejo dicho y los panistas se encuentran inmersos en una tempestad.

 La figura de Antonio Lozano Gracia, exprocurador de justicia federal, quedó expuesta como uno de los peores apoyos para Xóchitl Gálvez. Simplemente no cumplió con nada, dicen los cercanos de Gálvez…La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, se vio obligada a regresar a esa entidad, ante los problemas provocados por las fuertes lluvias que causaron desastres e inundaciones en Chetumal, Bacalar y otras regiones del estado…En Tabasco esperan con urgencia el cambio de gobierno, para ver si con Javier May mejoran las cosas, ya que el interino Carlos Merino resultó un simple florero, grandote, pero florero al fin…Hoy se dará el desayuno entre Xóchitl Gálvez y Marko Cortés, aunque se duda que haya reclamos. Los reclamos de Marko ya fueron difundidos y Xóchitl le comentará sobre sus planes a futuro y si empujará por alguno de los aspirantes a la dirigencia nacional.