De acuerdo con datos de la
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), el poder adquisitivo del
salario mínimo se ha recuperado en 47% desde el cierre de 2018, cuando comenzó
a incrementarse de manera gradual. Como consecuencia de ello, el salario
promedio también se ha recuperado en 4.2% en este lapso.
Como consecuencia de los
aumentos en el salario mínimo, así como las alzas en los salarios
contractuales, el salario promedio a nivel nacional también se ha incrementado.
Al cuarto trimestre de 2019,
año del primer incremento sustancial del salario mínimo, el salario promedio de
la economía se incrementó 1.8% anual real; al cuarto trimestre de 2020 el alza
fue de 2.4% anual real.
Entre el último trimestre de
2018 y el primero de 2021, el salario promedio ha incrementado su poder
adquisitivo en 4.2%, con cifras ajustadas por estacionalidad.
El impacto del aumento del
salario mínimo también se puede observar en el salario promedio de los
trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Al
cierre de 2019, el salario promedio se incrementó 3.8% anual real con cifras ajustadas
por estacionalidad, el mayor aumento desde 2002. Mientras que en 2020 el
aumento fue de 4.5% anual real y, a mayo de 2021 es de 0.3% anual real,
afectado por la alta inflación.
En 2019 los salarios
negociados también se incrementaron más que en los 17 años previos. Mientras
que, en 2020, a pesar de la incertidumbre y dificultades generadas por la
pandemia de COVID-19, los salarios contractuales obtuvieron incrementos
superiores a otros años.
De los trabajadores formales
alrededor de 4.7 millones se encontraban sindicalizados, de acuerdo con datos
del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En tanto, de acuerdo
con información de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), 2.2
millones tuvieron negociaciones contractuales en la Junta Federal y 700 mil en
Juntas Locales durante el mismo año.