Los aviones y las bombas israelíes se callaron y la Franja de Gaza quedó en silencio, pero los 11 días de conflicto dejan a los niños del enclave traumatizados, expuestos nuevamente a la destrucción y al miedo a morir.
"Mi querida madre, estoy muy asustada. Si todos debemos morir, quiero que seamos enterradas en la misma tumba y quiero que sea en tus brazos", escribió Zeina Dabus en un papelito que dejó debajo de la almohada de su madre mientras la fuerza aérea israelí atacaba su barrio en la ciudad de Gaza.
El testimonio de Zeina, entrevistada por AFP el día anterior al alto el fuego que el viernes puso fin al mortífero enfrentamiento entre Israel y Hamas, en el poder en Gaza, muestra a nivel infantil una realidad tan aterradora como difícil de comprender a esta edad.
"Bombardeaban todo el tiempo al lado de nuestra casa, todas las calles", cuenta Zeina. "Tenía miedo a morir", dice cuando explica porque escribió el mensaje para su madre.
Este enfrentamiento, que comenzó el 10 de mayo, dejó 248 palestinos muertos en Gaza, incluidos 66 niños, según las autoridades palestinas. En Israel, los cohetes disparados desde la Franja de Gaza mataron a 12 personas, entre ellas un niño y una adolescente, indicó la policía israelí.
En Gaza, donde la tasa de natalidad se encuentra entre las más altas del mundo, la mitad de los dos millones de habitantes tienen menos de 18 años, según Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia). En menos de 13 años, cuatro conflictos han devastado la Franja, territorio sometido por Israel: en 2009, 2012, 2014 y 2021.