logo
header-add

Encontrar el amor en la comida

por Redacción
01-03-2022

Comparte en

Creo que la mayoría de las personas pensaría que soy una persona bastante saludable. Intento tener hábitos saludables, como comer mucha fruta, practicar yoga todos los días, tomar mucha agua y dormir bien. Así que fue una verdadera sorpresa descubrir que había aumentado 20 libras durante los primeros tres meses en los que fui coconductora de The Chew.

Puesto que había trabajado en la industria alimenticia durante muchos años hasta ese momento, cualquiera creería que estaba acostumbrada a estar rodeada de comida. Pero no estaba acostumbrada a la rutina de trabajar en un programa de televisión donde preparaban y probaban cinco platos por episodio, ¡y grabábamos dos programas por día! Adquirí el hábito, junto con mis compañeros, de comer varias porciones de comida deliciosa todos los días sin tener en cuenta las consecuencias. Siempre creí firmemente que cada plato de comida debía ser un acto de amor, pero comencé a tener una relación de amor-odio con la comida.

Esa experiencia me enseñó que necesitaba reinventar la manera de relacionarme con la comida, en especial, porque es una parte fundamental de mi trabajo. Primero, aprendí a probar solo un bocado de ese plato, en vez de comer todo su contenido. De hecho, si miras The Chew actualmente, notarás que tenemos mucho cuidado con las cantidades que comemos de cada plato de comida. Luego, comencé a prestar atención a la cantidad de actividad que hacía por día y a la clase de alimentos que consumía fuera del estudio. Me di cuenta de que había pequeñas cosas que podía hacer para lograr un cambio en mi salud general.

Preparar la comida debería ser un acto de amor al igual que lo es el hecho de mantenerse saludable, ya que refleja el amor que sientes por ti y por tus familiares y amigos. En honor a la Semana Nacional de la Salud de la Mujer, aquí encontrarás algunas de las maneras en que intento crear una relación de amor con la comida, lo cual ha tenido mucha repercusión en mi salud:

    En vez de hacer una gran compra en la tienda de comestibles todas las semanas, intenta hacer compras todos los días o día por medio y llevar la cantidad exacta de productos que necesitas para algunas comidas. Y si puedes, camina hasta la tienda de comestibles, ya que eso hará que solo compres la cantidad de productos que puedas cargar hasta tu casa. Desde que implementé este hábito, descubrí que termino llevando a mi casa la comida que realmente necesito ¡y menos bocadillos!

    Me encanta la comida reconfortante, pero eso no significa que tiene que ser rica en grasas y con bajo contenido nutricional. Nuestros abuelos comían muchos de esos alimentos que las personas aun aman —piensa en el pollo fito, los macarrones con queso y la col— pero también cultivaban muchos de sus alimentos y recurrían menos a los productos procesados. Si te encanta el pollo frito, cómelo con moderación, pero agrega puré de calabaza a esos macarrones con queso para reemplazar una porción de queso y leche. También le aporta un toque nutritivo. En vez de cocinar las coles durante horas a la vieja usanza, haz un saltado rápido de 30 minutos con aceite de oliva y ajo para que conserven sus nutrientes.

    Trata de acompañar cada comida con vegetales crudos o fruta, por ejemplo, trozos de melocotón para comer con el postre o una deliciosa ensalada fresca para la cena. Le aportan la fibra necesaria a tu dieta, pero además te brindan todos los beneficios de las vitaminas y los minerales que pueden perderse con la cocción. Sé que no puedo aligerar el pastel de mantequilla de cinco sabores de mi abuela, así que simplemente disfruto de una porción y contrarresto esa cantidad de mantequilla con frutas de carozo y frutos del bosque.

Debido a que preparar comidas deliciosas, sabrosas y saludables es una verdadera prioridad para mí, siempre comparto nuevas ideas y recetas en mi sitio web, carlahall.com. Visítame allí para conocer qué estoy preparando en mi cocina, desde pastas con pesto de col rizada hasta minipasteles de arándanos y limón. Y me encanta que las personas compartan conmigo las recetas familiares favoritas que les gustaría transformar en platos más saludables. Tal vez pueda reinventar una comida para ti ¡y volver a llenar de amor tu plato!