Los delitos que les imputan son graves e incluyen asociación delictuosa y aunque sin pruebas, al menos dos de los acusados fueron detenidos porque según la fiscalía no estaban “localizables” y eso ameritaba orden de aprehensión.

Sin esperanza de justicia

Al final son extrabajadores del Gobierno de la CDMX, cuyo principal error fue trabajar para la administración equivocada y llevan presos más de 500 días sin que se les compruebe algún delito.

Tan solo un testigo aseguró que Arturo Zavala laboraba en el C5 del congreso y que desde ahí manipulaban las cámaras de toda la Ciudad de México para dar la información al ex jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera. Pero, aunque Arturo nunca trabajó en el C5, la fiscal Ernestina Godoy determinó involucrarlo. Ante el deterioro de su salud y de tener un hijo menor que necesitaba atención, la defensa solicitó un cambio de medida cautelar que el juez Enrique garrido García negó y en cambio le contestó que seguiría en la cárcel y, si no había alguien para hacerse cargo del menor, lo enviaría al DIF. Arturo era inocente y una víctima de la injusticia, no pudo llegar a defenderse porque la fiscalía de la Ciudad de México retrasó una y otra vez sus audiencias.

El uso político de la justicia

La fiscal Ernestina Godoy opera políticamente y no cumple con las responsabilidades de su cargo, funcionarios como ella son instrumento de golpeteo y revanchas a modo con sello de la impunidad y la corrupción que llega a los órganos de impartición de justicia en México.

Ernestina es un fiel reflejo de la 4T, nula capacidad, instrumento de vendettas políticas, uso de recursos ilegales, impunidad y el cinismo de pretender reelegirse a pesar de ser todo lo que prometieron acab