Catorce años después de la violenta explosión de la burbuja inmobiliaria, el mercado español de la construcción vive un nuevo periodo de euforia, con las ventas disparadas y unos precios al alza que comienzan a recordar a otras épocas, aunque los expertos no encienden todavía las alarmas.
Parece que, ahora sí, quedó atrás la larga convalecencia tras la crisis de 2008: "El mercado residencial atraviesa desde hace un año un momento excepcional", indica a la AFP Sandra Daza, directora general de la consultora inmobiliaria Gesvalt.
El año pasado se vendieron en España 565,523 viviendas, según los datos publicados el miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La cifra, que supone un alza del 34.6% respecto a 2020, es la más alta desde 2007, año que precedió a la crisis.
Y este renovado apetito repercute en los precios: según el Consejo general del notariado, el coste del metro cuadrado aumentó un 5.3% de media en 2021, impulsado sobre todo por las subidas en Baleares (14.2%), Andalucía (8.1%), Canarias (7.9%) y Madrid (7.1%), que fueron las regiones con mayores alzas.
El año 2021 "ha superado las buenas expectativas con las que se inició", confirma Francisco Iñareta, del portal inmobiliario Idealista, que insiste en "la fortaleza de la demanda".
"La estadística pone de manifiesto que la pandemia aceleró el apetito de los españoles por la vivienda en propiedad", añade.
El mercado del ladrillo ya había comenzado a remontar al final de la década pasada, alentado por el crecimiento económico. Pero la crisis sanitaria, que obligó a suspender ventas y obras, cortó la dinámica en 2020.
Tras ese parón inesperado, "la reanudación de la actividad era previsible", juzga Pablo Kindelán, director asociado de Rubica Real Estate. Pero el repunte de 2021 "va más allá de la recuperación", añade este experto, quien describe un "fenómeno estructural".
Una opinión compartida por Daza, para quien el mercado ya ha superado definitivamente los peores años de la anterior década. "La vivienda se ha convertido en un activo refugio", explica la analista, que atribuye esta mejora tanto a "los tipos de interés muy bajos", como a "la tasa de ahorro elevada" de los hogares.