Estados Unidos anunció este martes que destinará 310 millones de dólares a "cubrir las necesidades inmediatas" de migrantes y refugiados en Centroamérica, en un intento de contener la inmigración irregular hacia su territorio.
En un comunicado, el Departamento de Estado detalló cómo se repartirá la ayuda que prometió la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, durante una reunión virtual este lunes con el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei.
"Nuestra asistencia humanitaria servirá para hacer frente a las necesidades inmediatas de gente que se ve forzada a abandonar sus hogares para estar seguros, incluidos refugiados y otra gente desplazada, y migrantes vulnerables en Centroamérica y otros países de la región", dijo el secretario de Estado de EU, Antony Blinken.
El titular de Exteriores estadounidense precisó que los fondos "irán a parar a refugios y otros espacios seguros, ayudarán a reunir a familias y promoverán la integración de migrantes y refugiados en sus nuevas comunidades".
Además, servirán para mejorar el acceso a servicios sanitarios, psicológicos y legales de los migrantes, y les ayudarán a adaptarse a las necesidades derivadas de la pandemia de coronavirus, agregó.
La ayuda también permitirá "fortalecer los sistemas nacionales de asilo" y promover las oportunidades para los migrantes y desplazados tanto en los países del Triángulo Norte -El Salvador, Honduras y Guatemala- como en México, Panamá, Costa Rica y Belice, precisó.
De los 310 millones de dólares anunciados, 104 millones procederán del Departamento de Estado, otros 125 de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo (Usaid), otros 26 millones saldrán del Pentágono y los 55 millones restantes del Departamento de Agricultura, concretó Blinken.
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