La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo encabeza el gobierno que se ha autodenominado como “El Segundo Piso de la Cuarta Transformación” y que, como su nombre lo dice, se trata de una etapa que tiene su precedente en el primer gobierno de la 4T (2018-2024) con la llegada del partido Morena a Palacio Nacional y que por consecuencia constituye la base estructural o los cimientos de esta segunda parte. En materia económica, y en términos generales, el primer piso estuvo caracterizado por haber mantenido la estabilidad en las finanzas públicas nacionales con una deuda pública sostenible; un tipo de cambio del peso contra el dólar sin mayores sobresaltos durante todo el sexenio que permitió incrementar las exportaciones; un aumento en el gasto público -particularmente en los programas sociales- que resultaron ser de gran utilidad tanto para transitar los efectos de la pandemia como para estimular el mercado interno; una elevación importante de los salarios mínimos en todas las regiones del país; aumento sustantivo en la recaudación de ingresos para el erario público, detonada por una reforma fiscal agresiva a principios de sexenio, y; un aumento importantísimo en el flujo y recepción de las remesas que envían los paisanos que residen en Estados Unidos de América y que son, sin lugar a dudas, una parte central del Producto Interno Bruto nacional, entre otros factores. Tal vez a algunos no les guste, pero hoy podemos aseverar que el primer gobierno de izquierda del siglo XXI en México encabezado por el partido Morena transitó con éxito su gestión económica.
El segundo gobierno de la 4T tiene un horizonte y una ruta clara en materia económica para poder materializar lo que desde la campaña presidencial se prometió al pueblo de México y que bien podríamos sintetizar, conceptualmente, como Crecimiento Económico con Prosperidad Compartida. En ese sentido, concebir, diseñar, articular y poner en marcha las políticas públicas y las acciones del gobierno federal, así como convocar, invitar y sumar a los demás niveles de gobierno (estatales y municipales) y a los sectores privado y social del país en una estrategia común que posibilite cumplir las metas y lograr los objetivos comunes, corresponde a la Secretaría de Economía. Para llevar a cabo la estrategia económica y construir el segundo piso de la 4T Claudia Sheinbaum escogió a un militante de Morena; a un impulsor de la izquierda progresista nacional; a un mexicano reconocido y respetado en México y en el Mundo; la Doctora puso al frente a un servidor público nacionalista probado y con experiencia política y administrativa quien ya fue Secretario de Relaciones Exteriores y Jefe de Gobierno de la capital del país; pero, sobre todo, destacar que la Presidenta de la República le dio el encargo a un hombre con visión de Estado: Marcelo Ebrard Casaubon.