El gobierno de Brasil redujo al 5.1% su estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2021, frente al 5.3% proyectado en septiembre. El cálculo fue elaborado por la Secretaría de Política Económica (SPE) del Ministerio de Economía.

El crecimiento de 2021 se basa en la “buena carga estadística de 2020, la alta tasa de ahorro, la rápida recuperación de la inversión, el robusto mercado crediticio y la recuperación de los servicios”, dice el Boletín MacroFiscal de noviembre, publicado por el Ministerio de Economía. “Al mismo tiempo, existen riesgos este año, en particular el riesgo del agua y el riesgo de un eventual resurgimiento de la pandemia".

Para 2022, la proyección se redujo al 2.10%, frente al 2.50% previsto antes. La SPE informó que estima un crecimiento del 2.5% para 2023 y “en adelante”.

El gobierno revisó a 9.70% su estimación de inflación oficial, medida por el Índice Nacional Amplio de Precios al Consumidor (IPCA), en 2021. La previsión anterior, para septiembre, era de 7.90 por ciento. Para el próximo año, la estimación es del 4.70%, frente al 3.75% de septiembre.

En el apartado del Boletín Macrofiscal en el que se discute la revisión, la SPE destaca que la inflación en el grupo de Alimentos y Bebidas se ha venido desacelerando, pasando de 14% en el período de 12 meses hasta agosto a 11.7% en octubre.

“El grupo Transporte, por su parte, mostró una aceleración en el período de 12 meses. Pasó de 1.1% en enero a 19.6% en octubre, y este aumento se debió principalmente a los reajustes de combustible y pasajes aéreos”, dice.