La generosidad de Kanye West cuando está enamorado es legendaria. En su primera cita oficial con Julia Fox, después de que se conocieran en una fiesta de Año Nuevo en Miami, él la llevó en jet privado a Manhattan y llenó toda una suite de hotel con ropa de los diseñadores más exclusivos para que ella pudiera elegir las que más le gustaran.
Esta semana la actriz cumplió 32 años y el músico la sorprendió de nuevo, aunque en esta ocasión ha cambió la estrategia.
Kanye decidió causarle la mejor impresión posible a los amigos de su nueva novia y por eso este miércoles viajó desde Los Ángeles, California, donde está grabando su próximo disco, hasta Nueva York para acudir a la fiesta que le habían organizado a Julia en el restaurante Lucien. Y no se presentó allí con las manos vacías. El rapero apareció con cinco bolsos Birkin de la exclusiva marca Hermès: uno para Julia y los otros para cuatro afortunados que se encontraban entre el resto de los invitados.