logo
header-add

La comunicación: nuestra gran aliada.

por Redacción
15-03-2022

Comparte en

¿Qué es la comunicación?

La comunicación es un aspecto muy importante en una relación, y muchas parejas que acuden a terapia lo hacen considerando que su principal problema es la falta de comunicación. Esta falta de comunicación puede aparecer porque un miembro de la pareja perciba que la comunicación que se produce es insuficiente, o bien porque la pareja no sea capaz de comprenderse entre ellos, generando que un miembro se sienta ignorado, no escuchado, malentendido o insultado. Cuando estos fallos en la comunicación ocurren, un miembro de la pareja intenta enviar un mensaje, pero el otro interpreta un significado opuesto a lo pretendido por el primero, produciéndose un malentendido que fácilmente puede derivar en un conflicto. Por eso en la mayoría de las terapias de pareja asegurar una comunicación apropiada es algo necesario. Sin embargo, a pesar de la importancia de la comunicación para la pareja, no es suficiente una buena comunicación para mantener a flote una relación. De hecho, es insuficiente si la pareja no está comprometida a estar juntos y conseguir metas comunes. 

Generalmente, las mujeres y los hombres tienen distintas perspectivas y estilos de comunicación, derivados principalmente de la educación y la cultura que nos rodea. A pesar de eso, en las relaciones homosexuales también se producen problemas en la comunicación. Esto es así porque estos problemas no dependen del sexo de cada persona, sino de variables individuales, aprendizajes, experiencias previas, estilos de apego y el contexto. 

El contexto apropiado en las parejas, y que es fundamental construir, es un contexto donde ambos miembros de la pareja se centren en escuchar, preguntar y sondear al otro, explorando y tratando de construir algo conjuntamente. 

Para una comunicación eficaz, la pareja debe compartir una visión conjunta, una idea de continuidad y acuerdo. Es importante tener en cuenta que los desacuerdos son normales y necesarios para el crecimiento de la pareja. Sin embargo, para evitar que se produzcan desacuerdos innecesarios derivados de una comunicación inefectiva, son necesarias ciertas habilidades:

-       Habilidades de escucha dedicada: la habilidad de escucha no es tan simple como pueda parecer. Recuerda que la comunicación es un proceso que involucra tanto escuchar como hablar. En ocasiones, podemos estar tan centrados en responder lo más apropiado que nos olvidamos de escuchar lo que el otro está diciendo realmente. Además, escuchar no es un comportamiento pasivo, sino que requiere dirigir nuestra concentración y atención en la otra persona, estando presente en la conversación. Para una adecuada comunicación, cada miembro debe comprometerse a escuchar de manera dedicada, intentando entender completamente las experiencias de la persona que habla, no sólo lo que está diciendo. 

Un aspecto fundamental de la escucha efectiva es no interrumpir. Además, cuando la otra persona haya terminado de hablar, es importante que intentemos clarificar aquella información que no haya quedado clara en su discurso. Otras técnicas para remarcar que has entendido la información es realizar un breve resumen de lo que la otra persona ha relatado y cómo crees que se ha sentido, y preguntar si es correcto.

Retomando el ejemplo que presentábamos al comienzo, esa situación de falta de comunicación ha generado un conflicto porque Mateo ha actuado como si pudiera leerle la mente a Lucía, creyendo saber lo que ella necesitaba sin preguntar. A través de la práctica de una buena escucha se podría gestionar esta situación: 

Lucía: me afecta que te hayas ido cuando estuve mal, siento que siempre que estoy mal actúas de una forma muy fría y cruel conmigo al dejarme sola. 

Mateo: lo que entiendo es que piensas que me he comportado de forma fría y cruel porque no estuve contigo cuando estuviste mal el otro día, y que crees que no me importan tus sentimientos, ¿has querido decir eso?

Lucía: Sí, justo así es como me siento. 

Mateo: Es cierto que yo te dejé sola cuando estabas triste, pero lo hice porque pensaba que tú querías estar sola y que más tarde cuando lo necesitaras realmente me pedirías ayuda.

-       Habilidades de observación dedicada: la importancia de la comunicación no verbal, además de atender y escuchar apropiadamente, también es fundamental la comunicación no verbal, aquella que se produce a través de contacto ocular, posición del cuerpo, expresiones faciales, volumen o tono de la voz. Observar el comportamiento no verbal de tu pareja, y preguntar por ello en caso de que detectes algo inusual, puede ser una buena oportunidad para conversar de aquello que os preocupa, y conseguir que la otra persona se sienta entendida. Por tanto, cuando hablemos con nuestra pareja deberíamos realizarlo utilizando una posición corporal de escucha, con nuestro cuerpo orientado a ella, mirando a la otra persona a los ojos y con un tono de voz apropiado.

Por ejemplo, volviendo al ejemplo anterior, Mateo comunicó con su lenguaje no verbal, al dejarla sola en la habitación, un mensaje inintencionado de despreocupación y frialdad. 

-       Habilidades para hablar de manera dedicada: en una comunicación efectiva, no es suficiente con verbalizar aquello que queremos, sino que cada miembro de la pareja debe hacerse responsable de aquello que dice y de cómo lo percibirá el otro. Cuando hablamos, podemos creer que aquello que pensamos o decimos es La Verdad, pero todos nuestros contenidos mentales derivan de nuestro propio mundo interior, de cómo nosotros vemos la situación, no de cómo es la situación en realidad. 

Puede ser útil para recordar y remarcar esto emplear frases que se basen en nuestras percepciones y empleando la primera persona (“Yo me he sentido… Yo pensé que…”) en lugar de en segunda persona (“Tu fuiste… Hiciste eso sabiendo que no me gustaba…”). De esta manera, puedes responsabilizarte de tu propia percepción del mundo, evitando echar culpas al otro miembro.