El miércoles, Banco de México ajustó a la baja su expectativa del Producto Interno Bruto (PIB) a 2.4% puntual desde 3.2% previo. Lo cual impactará las proyecciones de recaudación de ingresos, pues, de acuerdo con el Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) por cada punto porcentual que México no crezca, se perderán alrededor de 45,000 millones de pesos en ingresos.

“Sin duda se terminará traduciendo en dificultades para cumplir con los objetivos en término de recaudación, pues los ingresos tributarios están a expensas de la actividad económica”, comentó en entrevista James Salazar Salinas, subdirector de análisis económico en CI Banco.

Ante ello, lo más probable es que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ajuste el marco macroeconómico en los Precriterios Generales de Política Económica del 2023 –que se entregan en abril– concordaron especialistas consultados por El Economista.

“Posiblemente hagan ajustes en el crecimiento económico, en el precio de la mezcla mexicana y por ende en los ingresos petroleros y en los tributarios. Aunque hay que ver cómo va la evolución de las Finanzas Públicas en febrero y marzo”, dijo en entrevista Adrián García Gómez, coordinador de ingresos e impuestos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).