Marybel Villegas va a seguir siendo tema, cuando menos hasta la integración de la XVII Legislatura, el 3 de septiembre. Para eso aún faltan 110 días.
El trato de exclusión hacia ella en Quintana Roo, es similar al que se le está dando a Ricardo Monreal a nivel nacional. Tiene lógica, ya que la senadora con licencia, es parte del grupo o tribu dentro de Morena, que encabeza Monreal.
El rechazo es cada vez más evidente contra Marybel, tanto por la dirigencia formal del partido que encabeza Humberto Aldana, futuro diputado plurinominal, quien ya se ve en la Presidencia de la Jugocopo, a pesar del “Pacto de Bucareli” que se la había reservado a Marybel.
Además, tiene el rechazo abierto de Jorge Emilio González, quien también quiere para uno de sus niños verdes el control de la Jugocopo.
Aún que le cumplan, Marybel no tendría margen de maniobra, por lo que el último recurso es regresar al Senado, pero con el color naranja, para jugar en el 2024 la elección presidencial: Monreal en la del país y ella en la municipal de Benito Juárez.
Sin embargo, también podría no seguir a Monreal fuera de Morena y avanzar proyecto común con la gobernadora Mara Lezama, en escenarios gana-gana para ambas, ¿por qué no? para eso es la política, pero esto, merecerá abordajes futuros.
EL FACTOR MARA LEZAMA
Podría haber una diferencia entre Monreal y Marybel. El primero tiene cada vez más evidente rechazo del presidente López Obrador, mientras que Marybel, hasta el momento, estaría dependiendo de la actitud de la gobernadora electa, quien aún no ha asumido alguna posición pública con respecto a las intenciones de su entorno, de bajar a Marybel de la Presidencia de la Jugocopo, supuestamente pactada con Adán Augusto Hernández, el Conde de Bucareli.
Morena está integrada por tribus, a semejanza del PRD, que se diluyó precisamente por sus luchas intestinas, hasta que López Obrador decidió salirse ante el asedio de otra tribu, la de “Los Chuchos”, que finalmente se quedó con la franquicia amarilla, hoy a punto de extinguirse, bajo la dirigencia de Jesús Zambrano, uno de los Chuchos, precisamente.
De ahí la referencia a que Morena ya comenzó su fase de “perredización”, es decir, la purga entre las tribus internas, que se intensificará conforme se avanza hacia el 2024.
Hoy, Morena cuenta con el caudillo político que le da cohesión, misma que le alcanzará cómodamente para refrendar la Presidencia en 2024. Pero después, el futuro será incierto y uno de los escenarios es que Morena tenga una vida efímera, mucho menor en tiempo que el propio PRD.
¿DE GUINDA A NARANJA?
Y el destino de Marybel, igual que Monreal, puede ser el color naranja. Pero también, es tema que bien merece comentarlo en otra entrega. Por lo pronto, usted tiene la última palabra.