El gobierno provisional pide a la ONU y a Estados Unidos que desplieguen tropas en el país ante el temor al caos tras el magnicidio
El pulso por el poder continúa en Haití una vez neutralizado el escuadrón de 28 mercenarios que presuntamente acabó con la vida del presidente Jovenel Moise. El primer ministro interino, Claude Joseph, no sólo cuenta con el respaldo expreso de Estados Unidos y de Naciones Unidas, sino que también ha reclamado a ambos el despliegue de soldados que protejan las infraestructuras del país caribeño de ataques de "potenciales mercenarios".
Fuerzas de la Misión de Estabilización de la ONU (Minustah) ya se mantuvieron desplegadas en Haití desde 2004 a 2017. El gobierno provisional también quiere que tanto el FBI como expertos de la ONU ayuden a los investigadores locales para desenredar la trama que esconde el magnicidio, que cuenta con el testimonio de la primera dama, Martine Moise.
"En un parpadeo, mercenarios entraron a mi casa y asesinaron a mi esposo, sin darle chance de decir nada. Ustedes saben en contra de quién estaba luchando el presidente. Enviaron a mercenarios asesinar al presidente en casa con toda su familia porque quería agua, carreteras, el referéndum y elecciones al final del año", desveló Martine desde su lecho en el Hospital Jackson Memorial de Miami, donde se recupera de sus heridas, según el audio distribuido por el secretario de Estado de Comunicación, Frantz Exantus.
El interino Joseph, que formó parte del círculo del presidente asesinado y de la primera dama, aparece como dirigente clave en la sucesión, pese a que fue cesado el lunes por el propio Moïse. Pero el sucesor elegido, el opositor Ariel Henry, observa los toros políticos desde la barrera porque sus llamamientos para ponerse al frente del gobierno no han sido escuchados, al menos de momento.
Más que vacío de poder y pese a la evidencia de que se trata de un cargo muy peligroso, sobran los pretendientes para dirigir al país caribeño, una constante en sus 200 años de independencia. La negociación continúa entre todas las partes, aún más compleja desde la esperada irrupción de Joseph Lambert, presidente de un Senado disminuido que desde el año pasado es inoperante y que sólo cuenta con 10 senadores. Lambert era un detractor acérrimo del presidente.
Ocho de ellos, incluidos los del partido gubernamental PHTK, han proclamado a Lambert presidente provisional y a Henry como su primer ministro, aunque la intención de parte del bloque de Moïse era que Joseph condujera a Haití hasta las elecciones de septiembre (primera vuelta de las presidenciales y referéndum constitucional) y noviembre (balotaje presidencial y comicios parlamentarios).