Desde el inicio de su carrera, hace más de tres décadas, ha sido primordial para la cantautora, actriz y activista Lila Downs lograr una fusión entre las tradiciones que la definen: la mexicana y la estadunidense. Nacida en Oaxaca, Lila es tanto hija de una mujer indígena Mixteca como de un hombre angloamericano. Esta mezcla de raíces, así como el largo periodo que pasó estudiando música en Minnesota, han nutrido su obra en la cual se aprecia influencias que van del folk, jazz, blues hasta el hip hop, por un lado, y sonidos regionales mexicanos y ritmos folclóricos, por el otro.
Ganadora de varios premios Grammy, Lila es una de las voces más poderosas y singulares que existen hoy en día. Su simbólica presencia en un escenario contando conmovedoras historias, ha trascendido todas las barreras del lenguaje. Apasionada defensora de los derechos humanos, sus letras a menudo cuentan relatos enfocados en la injusticia social y las historias acalladas de mujeres latinoamericanas de orígenes indígenas y trabajadoras, pero igualmente se hacen presentes aspectos de su cultura oaxaqueña; éxitos como "Canción mixteca", "Pecadora", "La llorona", "La cumbia del mole" o "La sandunga", reflejan estás dinámicas.
l chile, su más reciente álbum, se acerca a la música de la Costa Chica de su estado, y actualmente está trabajando en otros dos discos: uno de música de mariachi y otro que remite a ritmos tradicionales. Además, durante la cuarentena escribió "Silencio", pieza que busca expresar la incertidumbre que nos causó la pandemia.