Desde el fin de semana pasado, una intensa ola de protestas y de saqueos azota a Sudáfrica.
Al menos 72 personas han fallecido producto de la violencia. Imágenes capturadas por la BBC muestran a un bebé siendo arrojado desde un edificio en llamas cuyas tiendas acababan de ser saqueadas este martes.
Las autoridades sudafricanas desplegaron al ejército para apoyar a la policía, que no ha podido contener los disturbios.
Las protestas comenzaron tras el encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma, quien se entregó a la justicia el miércoles luego de ser condenado a 15 meses de prisión.
Fue declarado culpable de desacato al tribunal el mes pasado por no asistir a una investigación sobre corrupción durante su presidencia.
El político de 79 años, que niega las acusaciones de corrupción, espera que la Corte Constitucional del país anule o reduzca la sentencia.
Pero expertos legales afirman que probablemente su demanda no tendrá éxito.
"Estamos en llamas", le dice Ian -que prefirió no dar su nombre real-, a la BBC desde la ciudad de Durban en la provincia sudafricana de KwaZulu-Natal, en el este del país.
En los últimos tres días, Ian calcula que ha logrado dormir una o dos horas cada noche. Tanto él como su equipo, que trabajan para una empresa de seguridad privada, sobreviven con la ayuda de bebidas energéticas mientras esperan y observan los acontecimientos.
Han renunciado a intentar detener los saqueos que han destruido una gran cantidad de edificios desde que comenzaron las protestas.
Ahora, solamente están protegiendo los vecindarios en donde viven.
"Sólo vamos a lugares a verlos cómo roban, no interferimos (para que) no nos hagan daño".
Jayshree Parasuramen, reportero de tráfico en helicóptero de la emisora local East Coast Radio, pudo verlo todo: fábricas en llamas, camiones movidos para bloquear carreteras y "miles" de personas saqueando tiendas y almacenes, con coches esperando para recoger sus bienes mal habidos.
"Formaron un escudo alrededor de las áreas que estaban saqueando", explica.
"Las entradas y salidas estaban bloqueadas, y mucha gente se agolpaba alrededor de esa área para no permitir que nadie pasara".
El reportero también aseguró que la gente estaba "fuertemente armada".