La administración de Joe Biden propuso al Congreso de Estados Unidos elevar la tasa del Impuesto sobre la Renta a las empresas de 21 a 28% sobre sus ganancias.

De acuerdo con el presupuesto enviado a los legisladores estadounidenses, la reforma fiscal del 2017, de la administración de Donald Trump, no repercutió en los trabajadores, ni en los consumidores.

En su lugar sólo ayudó a las empresas a no pagar lo justo en sus impuestos, sostuvo la Casa Blanca.

“Mientras que sus ganancias se dispararon, su inversión en la economía no”, se lee en el presupuesto 2023.

En diciembre de 2017, el Congreso de Estados Unidos, aprobó la reducción en la tasa de ISR empresarial de 35 a 21 por ciento.

En ese momento, Trump aseguró que el recorte en la tasa beneficiaría el crecimiento económico de su país, pero  Biden ha mencionado que 55 empresas de la lista Fortune 500 no pagaron impuestos o fueron beneficiadas por reembolsos derivado de la reforma fiscal del 2017.

Las 55 corporaciones señaladas tendrían que haber pagado un total de 8,500 millones de dólares en conjunto. En su lugar, recibieron 3,500 millones de dólares en exenciones fiscales. (Con información de Santiago Nolasco)