La coyuntura actual presenta al país más oportunidades que se pueden aprovechar en el futuro, por ejemplo, la relocalización de empresas globales hacia México es una oportunidad que nace de la necesidad de diversificar cadenas globales de suministros a fin de volverlas más resilientes ante posibles choques externos, afirmó el secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O.

Expuso que para aprovechar estas oportunidades “hemos estrechado el diálogo con nuestros socios comerciales de Norteamérica”.

Durante la presentación del Estudio Económico sobre México de la OCDE, el funcionario destacó que México está en camino de convertirse en una economía más próspera ya que está fuertemente integrada con Norteamérica y cuenta con un marco macroeconómico sólido y de estabilidad.

“Es fundamental que el crecimiento económico permee a los grupos más vulnerables y ayude a reducir las disparidades sociales que históricamente han afectado nuestro país”, reconoció.

En este sentido, dijo que el Gobierno de México ha puesto en marcha una estrategia integral que asegura un mayor desarrollo económico en la que se priorizan las demandas sociales. Esta estrategia incluye dos ejes prioritarios: el primero es la inversión en proyectos de infraestructura y el despliegue de una red de protección social universal que detona el crecimiento económico en todo el país, pero que también contribuye a integrar a las regiones más rezagadas en México. El segundo es mantener finanzas públicas sólidas y sanas.

Para compensar las desigualdades que existen en nuestro país, se está invirtiendo en programas sociales enfocados a los grupos como los adultos mayores, niños, niñas, jóvenes y discapacitados. A la fecha hay más de 23 millones de beneficiarios de algún programa social. Asimismo, se realizan reformas para garantizar condiciones laborales adecuadas como un retiro digno, tales como la reforma de subcontratación y la reforma al sistema de pensiones con la cual se asegura una pensión mínima garantizada.

México se encuentra realizando importantes inversiones en infraestructura para impulsar el crecimiento de las regiones más rezagadas en donde se espera reconfigurar el mercado laboral y mejorar los niveles de bienestar de la población.