La NFL busca empresas que estén dispuestas a desembolsar hasta 50 millones de dólares por el espacio publicitario en el show de medio tiempo del Super Bowl, a raíz de la finalización del contrato con la multinacional Pepsi.
La marca de refrescos era la propietaria principal de los derechos de comercialización del espectáculo desde 2012, pero su contrato venció este año.
La vicepresidenta de patrocinio y desarrollo de negocios de la NFL, Nana-Yaw Asamoah, anunció que ya entablaron conversaciones con los directivos de varios aspirantes a patrocinador principal.
"Estamos teniendo conversaciones realmente interesantes porque cada marca quiere contenido único y esta es una plataforma de gran atractivo para los jóvenes que la consumirán en grandes cantidades", dijo la ejecutiva.
Sports Business Journal calcula que los derechos del espectáculo de medio tiempo a partir del Super Bowl LVII, previsto para el 12 de febrero de 2023 en el State Farm Stadium en Glendale, Arizona, cuesten entre 40 y 50 millones de dólares por año.
La finalización del contrato de Pepsi no significa que también vaya a salir de la cartera de patrocinadores de la liga, sino que junto con Frito-Lay y Gatorade renovarán, pero sin su compromiso de patrocinio principal.