El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, rechazó este domingo (09.05.2021) "con firmeza” las presiones internacionales para que su país deje de construir en los territorios ocupados ilegalmente, de acuerdo con la legislación internacional, en medio de un incremento de las críticas por la violencia ejercida contra los palestinos en la Explanada de las Mezquitas.
La noche del sábado más de 90 personas resultaron heridas, según la Media Luna Roja, en nuevos enfrentamientos entre manifestantes palestinos y las fuerzas de seguridad ocupantes en diversos barrios de Jerusalén Este. La mayor parte de los heridos, entre los que hay varios menores, recibieron impactos de balas de goma o fueron afectados por las granadas aturdidoras.
La mayor ola de protestas de los últimos meses se debe a la intención de Israel de expulsar a familias del barrio palestino de Sheij Jarrah, para instalar allí a colonos israelíes. También hubo enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado del islam, lo que ha generado la airada reacción de países como Irán, Turquía y Marruecos, además de recibir críticas de parte de Estados Unidos y la Unión Europea.
Condena de varios países
"Israel actúa de forma responsable para hacer respetar la ley y el orden en Jerusalén, garantizando a la vez la libertad de culto", dijo Netanyahu en una reunión con altos cargos de seguridad. Pese a ello, Estados Unidos ya expresó su preocupación por "la posible expulsión de familias palestinas de Sheij Jarrah", decisión que ha generado críticas también de Arabia Saudita, Túnez, Pakistán, Jordania y Egipto.
Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, pidió este domingo "a todo el mundo y especialmente a los países islámicos" actuar para poner fin a los "ataques" de Israel contra palestinos en Jerusalén Este ocupado, algo que definió como "obligación de todo ser humano". "Un ataque contra la Mezquita Al Aqsa y los templos musulmanes significa al mismo tiempo un ataque contra nosotros", agregó.
Una postura similar adoptó el gobierno de Marruecos, que calificó de "inadmisible" la irrupción de las fuerzas israelíes en la explanada de la Mezquita de Al Aqsa, mientras que el papa Francisco llamó a poner fin a la violencia. "La violencia sólo engendra violencia. Detengamos estos enfrentamientos", dijo el dirigente católico, en un mensaje dominical después de la oración.
DZC (AFP, EFE, Reuters)