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Nueva Zelanda autoriza la entrada de la periodista embarazada que pidió ayuda a los talibanes

por Redacción
02-02-2022

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La periodista neozalandesa Charlotte Bellis denunció que no le permitían regresar a su país de origen para dar a luz.

Y escribió que, paradójicamente, recurrió a los talibanes para solicitar ayuda.

La historia de la reportera, que se encuentra en Afganistán a la espera de que se resuelva su caso, pone de manifiesto las duras medidas fronterizas adoptadas por Nueva Zelanda para mantener alejado al coronavirus.

El caso ha desatado una polémica en ese país, donde hay quienes discrepan de la relación privilegiada de la periodista con los talibanes.

Estos han sido criticados, de manera constante, por reprimir brutalmente los derechos de las mujeres arrestando, torturando e incluso matando activistas.

Tras la atención pública que cobró el caso, el gobierno de Nueva Zelanda dijo que le han ofrecido una plaza de cuarentena a Bellis y están organizando los planes de viaje.

"Hay una vacante en aislamiento controlado y cuarentena para Bellis y le insto a que la tome", dijo el viceprimer ministro, Grant Robertson, en una rueda de prensa sobre la covid.

Robertson negó que la decisión llegue como resultado de la atención puesta en el caso y apuntó que el personal lidia diariamente con solicitudes de emergencia.

"Siempre intentan contactar con las personas e intentan hacer que las gestiones funcionen".

Actualmente, el país permite el ingreso de ciudadanos y residentes permanentes, pero solo si pasan 10 días aislados en hoteles aptos para cuarentena.

Dado que existe una gran demanda de este tipo de instalaciones y un número limitado de plazas, muchos neozelandeses que desean regresar se han visto excluidos de su país.

Bellis comparó esa experiencia con la forma en que la trataron los talibanes, con quienes se puso en contacto para preguntar si puede estar en Afganistán como mujer embarazada y no casada.

Bellis y su pareja, un fotoperiodista belga, están en Kabul, la capital afgana, donde acudieron para cubrir la retirada de las tropas estadounidenses.

"Puede estar y no tendrá ningún problema. Solo dígale a la gente que está casada y si se intensifica, llámenos", citó Bellis a los funcionarios anónimos que respondieron a su solicitud.

"Cuando son los talibanes los que te ofrecen un refugio seguro, siendo una mujer embarazada y no casada, sabes que tu situación es un desquicie", escribió.

Las madres afganas solteras han informado que los funcionarios talibanes las hostigan con frecuencia, las presionan para que entreguen a sus hijos y amenazan sus derechos de custodia.

Desde que se publicó la carta de Bellis, hubo llamados a las autoridades de Nueva Zelanda para que ajusten los criterios de asignación de cuarentena de emergencia para atender específicamente a las mujeres embarazadas.

El ministro encargado de la respuesta a la covid-19 en Nueva Zelanda, Chris Hipkins defendió estas políticas diciendo que el sistema "le funcionó a Nueva Zelanda excepcionalmente bien, salvó vidas y admisiones hospitalarias y evitó que el sistema de salud se inundara".

Bellis dijo que también le habían ofrecido asilo en otro país no identificado desde que hizo pública su lucha.