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Obligaciones de los políticos

por Redacción
19-05-2021

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Mauricio Valdes

 

En esta época que abundan las confusiones derivadas de la natural ambición electoral, es conveniente precisar, fuera de enredos y controversias en incremento, que la principal obligación de los políticos es ponerse de acuerdo y acatar la regulación electoral a tiempo, antes que se desborde el ánimo de sus seguidores y opositores.

 

De lograrse acuerdos y se respeten, esperemos que cuando llegue el 7 de junio, se hallan resuelto las diferencias. Cada quien asuma su responsabilidad para saber reconocer los resultados, con la aplicación oportuna y certera de la ley por parte de las autoridades electorales.

 

Se puede criticar el proceso electoral cuando se abusa impunemente del poder público, cuando observamos que se ocupa en las campañas a los servidores públicos, cuyos sueldos son pagados con nuestras contribuciones, y se viola flagrantemente la ley con absoluta impunidad. Desde una perspectiva democrática es de esperarse que nuestros gobernantes, así como los políticos asuman su responsabilidad para resolver esas controversias respetando el voto libre y secreto.

 

Aunque parece que algunos están perdidos, vuelan como abejas sin reina. El voto nos iguala a todos los ciudadanos, ricos y pobres, ilustrados o no, por lo que resulta absolutamente indispensable sea respetado a cabalidad. Eso es lo que esperamos en medio de la transición que vive el país, principalmente en el Estado de México.

 

Por más que he visto mensajes electorales, parece que lo único claro es la confusión de esos mensajes. Las propuestas son secundarias, es la guerra, unos contra otros. En mi opinión esta circunstancia demanda una mínima dosis de coherencia por la responsabilidad entre los políticos.

 

La elección es una consulta directa a los ciudadanos, por encima de políticos irreflexivos, de una vanidad ilimitada, que generan un ambiente en el que proliferan, entre otros, incautos y narcisistas, que quieren destacar a pesar de su trivialidad.

 

Elecciones hay casi en todos los países, sin embargo, aquí parece que a algunos les va la vida en esta elección, por el denuedo con que luchan por ganar un espacio.

 

El resultado puede ser cualquiera, nos guste o no, como pasó cuando el Partido Nazi un 5 de marzo de 1933 logró un triunfo contundente de pronósticos reservados. Porque las elecciones se parecen a los sorteos de la lotería vuelven a jugar todos los números.

 

Si es posible que alguien nos escuche, debemos hacer un llamado para evitar, o al menos resolver, aplicando la ley por las irregularidades probadas, que obligarían a anular y repetir elecciones en algunos distritos o municipios.