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Por qué la natación es el mejor de los deportes para el cerebro

por Enrique Herbert C.
04-08-2021

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No es ningún secreto que el ejercicio aeróbico puede ayudar a evitar algunos de los efectos del envejecimiento.

Pero un creciente número de investigaciones sugiere que la natación podría proporcionar un impulso único a la salud del cerebro.

Nadar de manera regular mejora la memoria, la función cognitiva, la respuesta inmunitaria y el estado de ánimo.

La natación también puede ayudar a reparar el daño causado por el estrés y forjar nuevas conexiones neuronales en el cerebro.

Pero los científicos todavía están tratando de descifrar cómo y por qué esta actividad en particular produce estos efectos beneficiosos para el cerebro.

Como neurobióloga especialista en fisiología cerebral, entusiasta del entrenamiento y madre, paso horas en la piscina local durante el verano.

No es inusual ver a los niños chapoteando y nadando alegremente mientras sus padres toman sol a la distancia. Incluso yo he sido una de esas madres muchas veces.

Pero si más adultos entendieran los beneficios cognitivos y para la salud mental de la natación, saltarían a la piscina junto a sus hijos.

Hasta la década de 1960, los científicos creían que la cantidad de neuronas y conexiones sinápticas en el cerebro humano era finita y que, una vez dañadas, estas células cerebrales no podían reemplazarse.

Pero esa idea fue desacreditada cuando los investigadores comenzaron a ver una amplia evidencia del nacimiento de neuronas, o neurogénesis, en cerebros adultos de humanos y otros animales.

Ahora existen pruebas claras de que el ejercicio aeróbico puede contribuir a la neurogénesis y desempeñar un papel fundamental para ayudar a revertir o reparar el daño a las neuronas y sus conexiones tanto en mamíferos como en peces.

La investigación muestra que una de las formas clave en que ocurren estos cambios en respuesta al ejercicio es a través del aumento de los niveles de una proteína llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (FNDC).

Se ha demostrado que la plasticidad neuronal, o la capacidad del cerebro para cambiar, que provoca esta proteína, estimula la función cognitiva, incluidos el aprendizaje y la memoria.

Estudios en personas hallaron una fuerte relación entre las concentraciones de FNDC que circula en el cerebro y un aumento en el tamaño del hipocampo, la región del cerebro responsable del aprendizaje y la memoria.

También se ha demostrado que el aumento de los niveles de factor neurotrófico derivado del cerebro agudiza el rendimiento cognitivo y ayuda a reducir la ansiedad y la depresión.