Luego de presentar una tasa de 10.32% anual al cierre del año pasado, el Índice Nacional de Precios al Productor (INPP), incluyendo petróleo, registró una desaceleración a 9.78% en enero, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De esta manera, los productores en México enfrentaron la mayor inflación para un inicio de año desde el 2017, cuando los precios se incrementaron, en promedio, a una tasa anual de 12.29 por ciento.

“(El INPP) bajó de 10.32 a 9.78% anual, gracias a una base comparativa más alta y a la moderación en el precio de algunas materias primas, como el cobre y el acero, que compensó el alza en el petróleo”, indicó Alejandro Saldaña, subdirector de Análisis Económico de Ve por Más (Bx+).

Desde el año pasado, en medio de la recuperación económica a nivel mundial, los precios al productor empezaron a presentar altos niveles –al igual que los precios al consumidor– esto derivado de los choques de oferta que se han generado y que, hasta la fecha, inciden en los precios a los productores.

Asimismo, el incremento de algunas materias primas ha repercutido en los precios que deben enfrentar los productores.

De acuerdo con el informe del Inegi, el Índice de Mercancías y Servicios de Uso Intermedio, incluyendo petróleo, mostró un alza mensual de 1.03% en enero, mientras que en su comparación anual el incremento observado fue de 12.56 por ciento.

En el caso del Índice de Mercancías y Servicios Finales, incluyendo petróleo, el alza mensual de los precios fue de 0.45%, mientras que en su comparativo con enero del año previo la tasa fue de 8.70 por ciento.

Mayor aumento en el sector primario

El reporte del Inegi señaló que los mayores incrementos de precios se observaron en las actividades primarias, las cuales se refieren a la agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza.

En el primer mes del año, los productores que se dedican a estas actividades enfrentaron un incremento mensual de 0.92%, mientras que en la comparación anual fue de 14.80 por ciento.

En las actividades secundarias, que engloban a las industrias, la inflación a los productores en comparación mensual fue de 1.14%, con lo que a tasa anual llegó a un nivel de 12.47 por ciento.

Dentro de estas actividades, la industria de la minería fue la que mostró un mayor incremento en los precios, con 33.42% anual; sin embargo, al descontar la minería petrolera, el aumento fue de 13.76 por ciento.

Anteriormente, la Cámara Minera de México (Camimex) dijo a El Economista que el incremento de los precios al productor en la minería se debía al alza en los precios de los energéticos, así como los costos de logística e insumos, y el acceso a créditos caros.

En tanto, la industria de la construcción reportó un alza anual de 15.09%, mientras que las industrias manufactureras de 10.28% y la generación, transmisión y distribución de electricidad, agua y gas de 4.25 por ciento.

Servicios, los de menor incremento

En comparación con las otras dos actividades económicas, el sector terciario mostró un aumento anual más modesto, de apenas 3.95% en enero, mientras que en comparación mensual se registró una disminución de 0.50 por ciento.

En detalle, se observó que fueron los servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas los que mostraron una mayor inflación anual a inicios de año, con un alza de 9.21 por ciento.

Le siguieron los servicios de transportes, correos y almacenamiento, con un incremento de precios de 5.12%, mientras que los servicios de salud y de asistencia social mostraron una tasa de 4.38% anual para los productores.