La fiscalía general de México informó que el avión del gobierno estadounidense que transportaba a Cienfuegos aterrizó a las 18.40 hora local (00.40 GMT) en el aeropuerto de Toluca, ciudad vecina a la capital mexicana, en donde el general en retiro fue informado sobre una investigación en su contra basada en evidencia entregada por la justicia estadounidense.
Posteriormente, el exjefe de Defensa, quien no portaba uniforme militar a su llegada al país y quien hasta hace unas horas era acusado en Estados Unidos de protección a narcotraficantes, conspiración para fabricar, importar y distribuir narcóticos y lavado de dinero, abandonó el lugar sin ser detenido al no enfrentar cargos en México.
Más temprano el miércoles, un tribunal federal de Estados Unidos aceptó la petición de la fiscalía general de ese país de retirar los cargos contra Cienfuegos, mientras el Gobierno del país latinoamericano negó un posible pacto secreto para frenar su procesamiento.
La jueza federal de distrito Carol Bagley Amon aceptó la solicitud en una audiencia en Brooklyn, Nueva York, luego del abrupto anuncio del martes del fiscal general estadounidense, William Barr, y de su homólogo mexicano, Alejandro Gertz, de que el caso estadounidense terminaría.
“Aunque estos son cargos muy graves contra una figura muy significativa, y me viene a la mente el viejo adagio de ‘mejor pájaro en mano’, no tengo motivos para dudar de la sinceridad de la decisión del Gobierno”, dijo la magistrada en la audiencia.
Horas antes, el gobierno mexicano descartó que haya habido algún acuerdo soterrado para que Barr pidiera retirar los cargos contra Cienfuegos y dijo que la decisión muestra la confianza en el sistema legal del país latinoamericano.
“No hay nada a cambio”, afirmó en su rueda de prensa diaria el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien tras conocerse la captura el 15 de octubre cuestionó el papel de la DEA y otras agencias estadounidenses en el país. “No hay nada oculto”, lo secundó Marcelo Ebrard, su canciller.
Ebrard rechazó cualquier vínculo entre el caso y la postura mexicana de no reconocer aún el triunfo del candidato demócrata Joe Biden en las elecciones de Estados Unidos. México es de los pocos países en el mundo que aún no ha felicitado a Biden, con el argumento de que hacerlo sería una injerencia.
COOPERACIÓN BILATERAL EN JUEGO
Seth DuCharme, el fiscal federal interino en Brooklyn, dijo que su oficina “respalda la causa” contra el militar retirado mexicano, pero que su interés en procesarlo fue superado por el “interés más amplio” en mantener la cooperación entre las fuerzas del orden de ambas naciones.
El canciller mexicano pareció corroborar ese planteamiento, al revelar detalles de las negociaciones diplomáticas en torno al caso. “No puedes tener una cooperación cercana con todas las instituciones de México, y al mismo tiempo hacer esto. Hay que escoger”.
Mientras fue jefe de Defensa de Enrique Peña (2012-2018), Cienfuegos trabajó en estrecha colaboración con sus pares estadounidenses en asuntos penales transfronterizos y era una figura destacada en la lucha contra las drogas en su país.
El militar retirado había aceptado ser traslado a México, donde no esperaba enfrentar persecución. Su abogado, Edward Sapone, explicó que su cliente firmó un acuerdo de deportación, después de que Ebrard anticipara su retorno en avión.
El canciller indicó que Cienfuegos, detenido en Los Ángeles, podrá ser investigado por la fiscalía general mexicana, anticipó que no tiene aún una orden de detención en su contra.
La aprehensión de Cienfuegos generó malestar en las Fuerzas Armadas, a las que López Obrador ha involucrado en áreas estratégicas de su gestión. Además, tensó la relación bilateral, pues México no fue informado de la investigación y, por ello, envío una nota diplomática de queja a Washington.
Cienfuegos fue arrestado diez meses después de que fiscales estadounidenses acusaran al exsecretario de Seguridad Pública mexicano Genaro García de aceptar sobornos para proteger al cártel de Sinaloa, de Joaquín “El Chapo” Guzmán, preso en Estados Unidos. García Luna se ha declarado no culpable.
reuters